Urgen tributaria por presiones fiscales | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Martes, 1 de Noviembre de 2016
Redacción Economía

La Reforma Tributaria es clave para enfrentar las presiones fiscales de Colombia, consideraron las calificadoras de riesgo. En este sentido, Fitch Ratings, indicó que el plan fiscal propuesto en la reforma muestra el compromiso del Gobierno colombiano de enfrentar la pérdida de ingresos del país derivados del petróleo, reconstruir su base de ingresos y apoyar la normalización de la economía y la recuperación de la inversión.

Sin embargo, la calificadora señala que luego del rechazo del histórico acuerdo de paz, el resultado final de la propuesta corre el riesgo de diluirse. La reforma tributaria que propone la administración Santos sigue, en gran medida, las recomendaciones que un panel de expertos envió al Gobierno al final de 2015.

La propuesta consolidaría y disminuiría el impuesto sobre la renta de 42%, que se esperaba previamente para 2017, a 34% en 2017, 33% en 2018 y 32% en los años siguientes. Incrementaría a 19% de 16% la tasa del impuesto al valor agregado y mantendría las exenciones para alimentos básicos y otros esenciales.

Condiciones

También agregaría un impuesto sobre los dividendos, simplificaría los impuestos para negocios pequeños y disminuiría el límite para el pago de impuestos de ingresos personales. La reforma preservaría el impuesto sobre transacciones financieras, pero eliminaría el impuesto a la riqueza. Añadiría un impuesto a las bebidas azucaradas e incrementaría los impuestos al tabaco. Asimismo reforzaría las sanciones a la evasión de impuestos que incluirían cárcel para los infractores. El Gobierno estima que el plan fiscal incrementaría sus ingresos en 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017 y que ese monto crecería hasta llegar a 2,7% en 2022.

También pronostica ganar 0,6% de PIB adicional en ingresos provenientes del crecimiento económico y, a comienzos de 2020, de una expansión en la formalización de la economía. Se prevé que el déficit del Gobierno central crezca hasta 3,9% del PIB en 2016 desde 2,3% en 2013 y por encima de la media de 3% de los calificados ‘BBB’. Ya que Colombia perdió 3,4% de ingresos del PIB derivados del petróleo entre 2013 y 2016, estos ingresos serían importantes para la consolidación fiscal del país.

En medio del costo creciente de los intereses, el Gobierno se ha adaptado al declive de los ingresos de años recientes reduciendo gasto de capital y conteniendo el gasto corriente. Fitch opina que lograr los objetivos fiscales y mejorar las dinámicas de deuda del Gobierno dependerá de un control continuo del gasto y del desempeño de la economía.

A pesar del corto tiempo, Fitch espera que la reforma se apruebe para finales de 2016 aunque los riesgos de dilución persisten. Las conversaciones y negociaciones de paz en curso, las percepciones de los niveles de capital político del Gobierno y el posicionamiento temprano con vista a la campaña electoral de 2018 podrían influenciar la discusión y el resultado de la propuesta.

El 22 de julio de 2016, Fitch revisó a Negativa la Perspectiva de la calificación de Colombia lo que refleja un déficit significativo de cuenta corriente, incremento en el endeudamiento externo y una carga de deuda alta y en incremento si se compara con sus pares.

La calificación de largo plazo en moneda extranjera de Colombia de ‘BBB’ muestra el equilibrio de un marco de política económica creíble y flexible, un nivel de reservas externas adecuado y un historial de estabilidad macroeconómica y financiera a pesar de una dependencia alta en las materias primas, flexibilidad fiscal limitada y restricciones estructurales derivadas de un PIB per cápita bajo y unos indicadores de gobernanza débiles.