Nos escribe el reconocido periodista paisa Octavio Quintero y nos invita a compartir lo expresado por el agudo analista, sociólogo y cineasta de El Espectador, el sevillano Lisandro Duque, quien habla en su última columna sobre acciones de Santos, al utilizar su poder burocrático para armar componendas familiares y amorosas.
La monogamia económica. El columnista vallecaucano califica de “monogamia económica” la que ahora conforman en el gabinete ejecutivo la expareja de ministros de Agricultura (Rubén Darío Lizarralde) y de Educación (María Fernanda Campo), de cuerpos separados, pero de intereses económicos unidos por la palmicultura, a tal punto que su hijo en común, es también un próspero agro-empresario y, como sus padres, en terrenos baldíos de los que se apropió -como sus padres- por los caminos del atajo. Recordemos que el neófito empresario agrícola reconoció, en diálogo con la revista Semana, sus estrechas vinculaciones con el campo.
La incestuosa burocracia. En la misma dirección de “incestuosa burocracia” va la denuncia del representante a la Cámara por el Polo, Wilson Arias, al señalar que más de 3.800 hectáreas de promisorios baldíos adjudicados por el Incoder, se encuentran en manos de sobrinos y primos del nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri, hijo a la vez de su homónimo padre, el senador y presidente del partido de la U, que ya no es el de Uribe, ni el del precandidato Óscar Iván Zuluaga.
El cupido diplomático. El broche de oro del presidente Santos, haciendo de Cupido, (según los columnistas Lisandro Duque y Octavio Quintero) se cierra con el nombramiento como embajador en París del exministro del Interior y de Minas, Federico Renjifo, acercándolo a su novia, Catalina Crane, a quien le dio el alto cargo de embajadora en la Unesco. (¡Glamurosa burocracia!). Fin de folio: Señor, perdónalos porque sí saben lo que hacen...
Una pareja adicional. A los críticos de las extrañas combinaciones que se dan en la encopetada burocracia santista les faltó otra parejita.
Se trata de la que conforman el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, y su esposa, Carolina Soto Losada, viceministra de Hacienda y Crédito Público.
Los dos notables economistas toman asiento en las sesiones del consejo de ministros.
La familia milimétrica. En nuestros primeros años universitarios conocimos una familia tan pluripartidista en Caldas que no tenía pierde en ninguna elección. El hermano mayor militaba en el Conservatismo mayoritario. El segundo pertenecía al bando azul contrario. El tercero era liberal de la corriente de Víctor Barco. El cuarto acompañaba al notablato liberal que comandaban los exgobernadores Alberto Mendoza Hoyos y Ramón Marín Vargas. El benjamín de la cochada era un incondicional del tendero Domingo Roncancio Jiménez, el jefe de la Anapo en Caldas. Y la única mujer era secretaria del jefe regional del MRL, don Liborio Chica Hincapié.