La estadounidense Williams, tres veces campeona del Abierto neoyorquino (1999, 2002 y 2008) y ganadora de 13 torneos de Gran Slam, ha regresado a sus lares de Flushing Meadows dispuesta a reconquistar un trono que en los últimos dos años le ha arrebatado la belga Kim Clijsters.
Clijsters no pudo defender su corona ahora debido a las lesiones, y Serena y Wozniacki buscan sucederla, a base de un tenis demoledor e intimidante la primera; y explosivo y táctico la segunda.
La danesa, de 21 años, parece tener más presión en este encuentro, y la necesidad de demostrar que es una número uno con derecho a piso, aunque hasta ahora no ha ganado un torneo del Gran Slam.
"Quiero mi primer Gran Slam y siento que esta es mi oportunidad. Física y mentalmente estoy preparada para ello", manifestó la 'Woz' en vísperas de su encuentro con Williams.
Serena ha vencido en los únicos dos compromisos contra Wozniacki, ambos en 2009 cuando la rubia danesa no estaba siquiera en el 'Top 20' de la WTA, pero de aquellas únicas dos oportunidades, Caroline dice haber sacado grandes experiencia.
Esta de 2011 ha sido la mejor temporada de Wozniacki en el circuito de la WTA, con seis títulos ganados, de los 18 que acumula en su currículum, aunque en torneos de Gran Slam su mejor resultado fueron las semifinales alcanzadas en el Abierto de Australia.
Serena, de 29 años, es la única de las cuatro semifinalistas que ha ganado sus cinco partidos de este torneo sin ceder un set.
Algo loable para una jugadora que de número uno del circuito bajó a las profundidades del ranking perseguida por una mala racha de enfermedades y lesiones, algunas absurdas como su herida en el pie, que le persiguieron entre julio de 2010 y junio de 2011.
"Siento que mi tenis está regresando, y eso me alegra. Casi un año fuera del circuito WTA y ya estoy en el 28 del ranking y he ganado dos torneos. Ha sido bueno", manifestó Serena.
AFP