Recientemente el exministro Fernando Londoño Hoyos sugirió al Centro Democrático que acaudilla el expresidente Uribe el nombre de la señora Thania Vega de Plazas, la esposa del coronel Alfonso Plazas Vega, para que ocupe un lugar efectivo en la lista de candidatos al nuevo Senado de la República, en el período constitucional 2014- 2018, que se va a elegir el 9 de marzo próximo.
Quebrantos de salud. El detenido oficial Plazas Vega, quien hasta poco afrontó algunos quebrantos de salud, es para muchos colombianos una víctima de los despiadados e infames yerros en los que suele incurrir la desacreditada justicia de nuestro país.
Se le pretende condenar por los catastróficos hechos de la toma del Palacio de Justicia, ocurridos en noviembre de 1985. También se busca a través de este proceso que se culpe a la Nación y, de paso, se concedan millonarias indemnizaciones a los familiares de las víctimas de la hecatombe provocada por terroristas del M-19.
Una paradoja. Mientras tanto, paradójicamente, se comenta en el ambiente militar que los guerrilleros responsables del ataque al edificio más representativo de la justicia colombiana, disfrutan hoy por hoy de las mieles del poder en la Alcaldía Mayor de Bogotá, después de pasar por el servicio diplomático y terminar como dispensarios morales desde el Congreso de la República.
Fe en la causa. Al referirse a su postulación, doña Thania de Plazas símbolo de la resistencia pacífica, expresa con viva emoción su infinito reconocimiento a las personas que promovieron su nominación, encabezadas, como señalamos al comienzo de esta Barca sabatina por el doctor Londoño. Ella le dijo a excompañeros de armas de su marido: “Soy consciente de mi fortaleza moral y personal por la experiencia del drama que mi sufrida familia ha vivido en estos años”.
Una súplica. Manifestó también doña Thania: “Hoy me siento segura de mi decisión. Por eso sé que Dios me indicó el camino y que con el apoyo del equipo del Centro Democrático, que me ha escogido como un símbolo de lo que viven miles de militares, soldados de esta Patria, y con un buen equipo asesor, me pondré la armadura para enfrentar, desde el Senado de la República, esta gran batalla”.
Una invitación. Al propio tiempo agregó, hablando en el recinto de la Asociación de exmilitares en retiro, Acore, que preside el general (r.) Jaime Ruiz Barrera: “Esta será una lucha difícil y dura, pero sé que habrá que comenzarla y que muchos soldados se unirán a esta causa porque será una lucha de amor al prójimo, a esos hombres y mujeres que han estado dispuestos a entregar hasta su vida por este noble país; y confío en que Dios velará por mí”.