Un crespón negro. Dejó de existir en Manizales el líder cafetero Fernando Gómez Chica, quien consagró su vida a las causas cívicas y sociales del Departamento de Caldas. También incursionó en la política doméstica. Conocía la ciudad como la palma de su mano. No había sitio urbano ni rural que no conociera como concejal curtido y experimentado.
El hijo de don Lolo. Se presentó en su mejor momento político como candidato a la Alcaldía de Manizales, con el apoyo del hoy aspirante presidencial Luis Alfredo Ramos Botero. Mucha gente creyó que Gómez Chica fue víctima de un sospechoso “apagón” electoral, cuando los primeros guarismos lo daban como virtual ganador. El hijo del recordado exportador cafetero Lolo Gómez perdió la alcaldía por una diferencia de solo 535 votos.
Una casualidad. El también empresario caldense dejó de existir a los 76 años, el martes 14 de mayo, día del Milagroso de Buga, el santo de su devoción y de todos sus seres más queridos.
La Barca les hace llegar su más sentida expresión de condolencia a su esposa, la magistrada Giomar Hoyos, a sus hijos, nietos y a sus hermanos.
Otro duelo. Murió a la edad de 95 años el patricio liberal del norte del Valle, Hernando Escobar Quintero.
Con sentimientos de consideración y afecto, desde esta columna también nos unimos al dolor que embarga a su distinguida familia.
La muerte de don Hernando es una pérdida muy sensible para la sociedad, que lo vio nacer y se nutrió de sus buenos ejemplos.
Las fuerzas vivas de Tuluá, que se beneficiaron de su talante como hombre de bien, en su condición de primera autoridad, logrando recuperar la paz, y el Partido Liberal, que lo siguió, en medio de "cóndores y de patriarcas", le expresan su sentido pésame.
Buen jugador. El presidente Santos, que goza de fama como buen jugador y enredado estratega, no puede equivocarse en la escogencia de sus nuevos ministros.
Para Agricultura, una cartera tan compleja, no puede proceder por intrigas burocráticas. Es un ministerio técnico en el cual un extraño no le coge el golpe, si es que se lo coge, en menos del año que le queda al Presidente de este período.
Además, no podrá nombrar a alguien con aspiraciones políticas que destruya la institucionalidad en pro de su necesidad de congraciarse con sus proyectos personales.
Son muchos los zarpazos que le han mandado al ministro Juan Camilo, pero que gracias a su talante de estadista se ha mantenido al margen de componendas.
Tampoco podrá Santos nombrar a sus amigos, por cuanto los necesita en la batalla reeleccionista y no pegados en este momento a las pesadas responsabilidades a esta altura del camino.
Vargas Lleras, seguro pondrá su ficha para que le cuide sus casitas.
Así que le toca a Santos la jugada definitiva, en el camino de permanecer en la Casa de Nariño.