CRÓNICA.Una enigmática casa esquinera de dos pisos, fachada blanca con tejas de barro y más de 20 ventanales en madera, en su mayoría cerrados, detiene el paso de los curiosos en el centro histórico de Bogotá.
En su interior, el lugar se hace aún más reservado. Un patio cuadrangular que tiene una galería porticada con arquerías que descansan en columnas, dan identidad al Claustro de San Agustín, un emblemático sitio que según resolución del Ministerio de Cultura Nº 1186 del 16 de agosto de 2006, le dio desde el 2007 la sede del Sistema de Patrimonio y Museos (SPM) de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá.
Su construcción en la primera mitad del siglo XVIII, respondió a la necesidad de la Comunidad Agustina de destinar una edificación para desarrollar la labor educadora que llevó adelante como parte de su misión al establecerse en la ciudad.
Por ello el antiguo claustro del Colegio Universitario de los Agustinos, situado en la carrera 8ª con calle 7ª, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares desde 1971, aprovechó parte de la casa existente en el lugar, que había sido levantada anteriormente en un piso y sufrido diversas modificaciones, principalmente a causa del cambio de propietarios, hasta convertirse en una "casa alta y baja", es decir, de dos pisos, con frente a la Plazuela de San Agustín y paralela a la orilla del río que lleva el mismo nombre.
Actualmente, la edificación tiene menor área que cuando fue construida y su maravilloso claustro, aún conservado, está conformado por dos niveles de columnas en piedra que soportan arcos en ladrillo pañetado y limitan las amplias galerías que rodean el gran patio central. Sus espacios conservan, a pesar de algunas adiciones desafortunadas, la sobriedad característica de la arquitectura colonial.
Sus cubiertas en teja de barro se mimetizan en el paisaje del centro histórico de Bogotá y sus austeras fachadas, acordes con el espíritu de la comunidad que alguna vez lo habitó, cuentan con una sucesión rítmica de ventanas rectangulares que se interrumpe solamente para dar lugar a la portada de ingreso, cuya forma y localización fue modificada como parte de las obras que se adelantaron en la última década.
Patrimonio cultural
El claustro del Colegio Universitario de los Agustinos a lo largo de su historia tuvo que ser objeto de muchas adecuaciones arquitectónicas, derivadas tanto de las necesidades de su uso como de las reparaciones que hubo de asumir a causa del paso del tiempo o de hechos importantes que lo afectaron gravemente, como la Batalla de San Agustín en 1862, cuando las fuerzas conservadoras atacaron la ciudad defendida por el ejército liberal, o los desórdenes ocurridos después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948.
La Iglesia de San Agustín, testigo excepcional de la historia del país, como el claustro que fuera el Colegio Universitario, ocupan un lugar que pone de presente la tarea que cumplieron las órdenes religiosas y cómo influyeron en la cultura colombiana; además, las características de su arquitectura y su inserción en el trazado colonial constituyen una referencia del desarrollo urbano de Bogotá.
Estos valores culturales son un patrimonio para los colombianos y fundamentaron en 1975 la declaratoria de los dos monumentos en la categoría de Bien de Interés Cultural de la Nación, para garantizar su conservación y permitir que puedan ser admirados y comprendidos por los habitantes y los visitantes de la ciudad.
Su principal función está destinada a la educación y permite establecer un enclave cultural de la institución, destinado a acoger eventos representativos relacionados con su labor de extensión universitaria y con la promoción de sus museos.
Sin duda, el antiguo claustro del Colegio Universitario de los Agustinos y el Observatorio Astronómico Nacional, propiedad de la institución que forma parte del patrimonio cultural de la Nación, son dos monumentos absolutamente representativos del periodo colonial y de la productividad derivada del avance del conocimiento, que permiten a la Universidad Nacional afirmar con pie fuerte su presencia en la localidad de La Candelaria.
Este espacio, de 140 m2, ya ha sido acondicionado para la recepción, almacenamiento y exhibición, como reserva visible o visitable con capacidad para contener algunos fondos representativos de los más de 30 museos y colecciones museográficas de la UN.
Una reserva visible o visitable
Para los museólogos (Barry Lord), una reserva visible o visitable es la parte de las colecciones de un museo que se presentan de manera sistemática en sus módulos de almacenamiento o vitrinas cerradas, situados en una sala donde puede acceder el público interesado. La reserva visitable proporciona asimismo elementos de interpretación que se exhiben en forma de fichas de catálogo, consultables personalmente o mediante acceso a terminales de computador.
Ante la necesidad de realizar estas intervenciones, la UN adoptó una política de no cerrar sus puertas al público mientras el edificio sea sometido a las adecuaciones orientadas a convertir el Claustro en la sede de su Sistema de Patrimonio Cultural y Museos.
A pesar de la extrema necesidad de realizar estas intervenciones de recuperación y adecuación, la UN adoptó la decisión de abrir y mantener el Claustro de San Agustín abierto al público los 365 días del año, pues debido a su arquitectura, historia y exposiciones que allí se realizan, es considerado uno de los atractivos turísticos y culturales, infaltables por visitar en Bogotá. /Con UNAL