Familias disfuncionales y falta de tiempo dedicado a los niños y a las niñas, principales causas del uso de sustancias psicoactivas.
El consumo de sustancias psicoactivas en menores de edad crece rápidamente y una muestra de ello es que, según el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, realizado en Colombia, el número de niños, niñas y adolescentes que prueban y consumen alguna droga ilícita representa un alto porcentaje de esta población.
Un 12,1% de los estudiantes, desde el grado sexto hasta undécimo, declaró haber consumido al menos una sustancia ilícita o de uso indebido (marihuana, cocaína, bazuco, éxtasis, heroína, alucinógenos, popper, dick y solventes) alguna vez en la vida, con un registro del 14% entre los hombres y del 10,3% entre las mujeres.
Entre tanto, los estudiantes de establecimientos privados reportaron mayor uso de sustancias alguna vez en la vida, con un 13,7% de la población escolar, respecto de los pertenecientes a establecimientos públicos con un 11,5%.
Un 33,4% de los encuestados declaró que les resultaría fácil conseguir marihuana, es decir, 1 de cada 3 adolescentes aseguró que el acceso a esta sustancia es sencillo. Los porcentajes más altos para esta afirmación se encontraron en el 16,5% entre los estudiantes del sexto grado y casi un 25% en los de séptimo año. A estas sustancias le siguen: bazuco con un 12,1% de personas que señalan que les resultaría fácil conseguirlo, cocaína con un 9,5%, éxtasis con un 7,9% y heroína con 5%.
Las cifras del estudio partieron de una muestra de 95.303 estudiantes desde el grado sexto hasta undécimo, que pertenecían a 1.134 establecimientos educativos de 161 municipios, los cuales representan a una población de 3,5 millones de personas del sistema escolar tanto en el ámbito público como en el privado, en 27 regiones.
Este panorama va de la mano con los hallazgos de los especialistas, quienes afirman que además del fácil acceso a las sustancias, la descomposición familiar juega un papel vital en el aumento en el número de casos que se registran bajo la problemática del consumo.
Causas del consumo
Para los expertos, el consumo de sustancias psicoactivas por parte de los niños, las niñas y los adolescentes aumenta cada vez más. El incremento en el número de familias desarticuladas, la facilidad para conseguir estas sustancias y una falta de atención a los signos son algunas circunstancias que llevan a este grupo de la población a entrar al mundo del consumo de drogas ilícitas.
La principal causa del consumo no es la curiosidad, sino los hogares disfuncionales, es decir, cuando se tiene una familia donde la mamá y el papá son trabajadores y su labor demanda demasiado tiempo o la mamá es cabeza de hogar y tampoco tiene tiempo para supervisar e implementar todos los patrones rutinarios de crianza que se requieren. Estas situaciones se convierten en un factor que predispone, de manera importante, al menor de edad frente al consumo, resalta el doctor Roberto Baquero.
“Las amistades influyen mucho al momento de decidir si pruebas las drogas, si andas con gente que consume, pues es más fácil que te dé curiosidad y que ellos te impulsen a probarla”, aseguró Alejandra, quien a los 14 años consumió marihuana por inducción del grupo de jóvenes con el que compartía.
Carlos*, es un joven de 15 años que a su edad ha consumido drogas como marihuana y ‘perico’ (derivado de la cocaína), él asegura que la falta de acompañamiento y una guía por parte de sus padres fue lo que lo motivó a probar estas sustancias que ya hacían parte de la vida diaria de muchos de sus amigos. “Nunca tuve la confianza de decirle a alguien de mi familia sobre las dudas que tenía de probar eso que para mis amigos era normal e inofensivo, pero sí sabía que para la mayoría de la sociedad ese era el primer paso para acabar con mi vida”, agregó.
Para Camila*, una niña de 14 años de la ciudad de Ipiales, las causas del consumo son varias. “Hoy en día los jóvenes dicen que la educación no es importante, por eso ven en las drogas la salida más fácil. Algunos las buscan por diversión, por probar o porque tienen problemas en el hogar”.
Esteban*, un niño de 12 años, asegura que probó la marihuana porque un compañero le ofreció y simplemente decidió hacerlo “Yo me la llevé para mi casa y la probé allá, nadie se dio cuenta, nadie lo notó”.
Es en estos casos donde surge la reflexión sobre el papel de la familia. ¿Dónde estaban mamá, papá o los acompañantes mayores de edad que debían cuidar de Esteban?
El riesgo en el que se encuentran los niños y las niñas, de caer en el consumo de sustancias psicoactivas es una situación que mantiene en alerta a muchas familias. Es el caso de Laidy, madre cabeza de hogar y habitante de un barrio al suroccidente de Bogotá, quien asegura que uno de sus mayores temores es que su hijo caiga en el llamado ‘vicio’ de las drogas. “Las conocidas ollas están en cualquier lado, en cualquier esquina y eso hace que sea mucho más fácil que los niños caigan en la tentación, porque además es barato”, asegura.
Consecuencias
Según la edad en la que se inicia el consumo, se determinan algunos factores físicos en cuanto a la afectación y a la posibilidad de recuperación. Sin dejar de ser una problemática que perjudica de manera directa a todos los que utilizan sustancias psicoactivas, los especialistas han identificado que al entrar al mundo de las drogas en edades más tempranas, es muy probable que la adicción se genere de manera más rápida e intensa.
Sin embargo, en edades más adultas, también se ha determinado que, aunque puede que la adicción no inicie tan pronto, sí es más difícil superarla, los tratamientos no tienen la misma efectividad porque el organismo asume las drogas de manera distinta.
Dentro de estos procesos se ven afectaciones claras como daños neurológicos importantes, se afectan las condiciones del sistema nervioso central, daños en el sistema respiratorio, potenciales daños en el sistema cardiovascular (sobre todo como consecuencia de drogas sintéticas) taquicardia supraventricular, que pueden llevar a riesgo de paro cardiaco en los muchachos, aseguran los especialistas.
En cuanto al ámbito social, también se identifican problemas de interrelación entre el círculo de amigos y daños en el desarrollo cognitivo normal. Así mismo, es muy común que al conocerse la problemática, los consumidores pierdan la confianza de quienes los rodean. “Uno de mamá ya no va a confiar en su hijo cuando le diga que va a algún lado a estudiar o a compartir sanamente porque uno cree que está mintiendo”, asegura Leidy, madre de un niño de siete años y consciente de los riesgos que hay actualmente; ella trabaja en una empresa de seguridad como vigilante y sabe que a pesar del horario que le demanda es necesario dedicarle tiempo a compartir con los hijos.
En conflicto con la ley
Un informe de la Procuraduría señala que el perfil de los adolescentes en conflicto con la ley, muestra que ellos y ellas fueron víctimas de la vulneración de sus propios derechos así:
100% víctimas de maltrato infantil.
89% carencias afectivas.
86% consumen sustancias psicoactivas. 50% policonsumidores.
76% víctimas de violencia sexual.
33% de los infractores fueron trabajadores infantiles.
30% tienen alterada su salud mental.
44% delinquen como medio de subsistencia.
41% han sido habitantes de calle (hombres) y 63% (mujeres).
La mayoría son hijos de madres solteras.
De manera reflexiva se puede analizar que la niñez y la juventud víctimas de maltrato intrafamiliar y carentes de afecto son más propensas a entrar en el mundo del consumo de drogas.
Además de ello, es claro que cuando están en el mundo de las drogas son víctimas de más vulneraciones como entrar en situación de calle, abusos y otras circunstancias que los llevan a vincularse con hechos delictivos en los que arriesgan no solo su libertad sino también la vida.
El primer paso
Según los expertos no hay una guía clara de señales físicas que indiquen, de manera certera, que un niño o una niña está consumiendo alguna sustancia psicoactiva. Sin embargo, sí hay aspectos que se deben tener en cuenta para detectar que hay algo fuera de lo común y uno de los más relevantes es cuando baja el rendimiento escolar y cuando hay un cambio en el círculo de amistades.
“Cuando empieza a presentarse el fracaso escolar también se evidencian signos de desorientación, de somnolencia, y a nivel de salud se generan infecciones respiratorias agudas de manera repetitiva, para el caso de las sustancias inhaladas, pero todos van ligados a un cambio de comportamiento que no se debe a las alteraciones hormonales normales. Esos son los signos a tener en cuenta, principalmente entre los 12 y los 17 años”, afirmó el doctor Roberto Baquero, médico epidemiólogo y experto en programas de salud.
A nivel físico, uno de los puntos más difíciles de superar es la ansiedad que se genera en la persona que consume. Carlos, asegura que él se controla cuando quiere consumir, pero reconoce que hay momentos en que de repente le entra un afán por ingerir alguna sustancia sin importar la hora o el lugar en el que se encuentre.
“Pasa sobre todo cuando estoy con mis amigos, ya sea porque ellos están consumiendo o porque la emoción de la fiesta o del momento lo motiva a uno a buscar estas sustancias”, agrega Carlos./Agencia Pandi.
‘Drogas y niñez’ en los medios de comunicación
En un análisis realizado por la Agencia PANDI al cubrimiento de los temas de niños, niñas y adolescentes, en 31 medios de comunicación colombianos durante el segundo semestre de 2013, se identificó que, de 14.531 noticias capturadas y analizadas, tan solo 111 correspondían al tema de drogas ilegales y la niñez, es decir, el 0.7% de las publicaciones.
Dentro de estas noticias se hallaron cuatro enfoques principales en su desarrollo, el primer lugar lo ocupó ‘Derechos y Justicia’ con presencia en el 19.8% de las publicaciones, ‘Educación’ con el 18%, ‘Violencia’ con el 13.5% y ‘Salud’ con el 12.6%.
En el caso de los que presentaron denuncia, se halló que el 28.8% de los artículos hizo una denuncia y el 18% una propuesta a la problemática.
“Este panorama deja entrever, que a pesar de que esta problemática tiene un muy bajo registro en los medios de comunicación, el manejo que se le dio a las noticias halladas fue de alta calidad, ya que la presencia de denuncia con cerca del 30% y las citas a la ley con 6.3% superan los promedios generales del análisis “La huella de la niñez en los medios de comunicación colombianos”, indicó Pandi.
Si el 12% de los niños, las niñas y los adolescentes, que se encuentran entre los grados sexto y undécimo, en los colegios de Colombia, asegura que ha consumido algún tipo de sustancia psicoactiva y que además, son de fácil acceso, debería generarse un mayor cubrimiento mediático, con mensajes hacia la familia y la sociedad en general, a través de los cuales se genere una reflexión. Por ello, se hace un llamado a los medios de comunicación para lograr una mayor visibilización de la problemática.