Doce ultraderechistas españoles fueron detenidos este jueves por un ataque realizado la víspera contra la delegación del gobierno autónomo catalán en Madrid, donde se celebraba un acto por la fiesta nacional de esa región, causando cinco heridos leves, informó la policía.
"Seis personas más se han entregado voluntariamente en una comisaría", afirmó una portavoz policial, precisando que "en total son ya doce" los detenidos.
La policía había anunciado por la mañana la detención de siete individuos "relacionados con la derecha radical", para rectificar después la cifra a seis.
El incidente se produjo en la noche del miércoles cuando un grupo de hombres irrumpió a rostro descubierto en el Centro Cultural Blanquerna, en el centro de Madrid, donde se estaba desarrollando un acto con motivo de la 'Diada', la fiesta de Cataluña.
Según imágenes de las televisiones que cubrían el acto, los ultraderechistas entraron en el centro al grito de "Cataluña es España" y "Catalanidad es hispanidad" ondeando banderas españolas y rompiendo parte del mobiliario.
Algunos de los atacantes forcejearon y empujaron a algunos de los presentes que intentaron enfrentarse a ellos, como Josep Sánchez Llibre, diputado de la coalición nacionalista CiU, gobernante en Cataluña.
El grupo de ultraderechistas abandonó posteriormente el centro soltando en el lugar algún tipo de gas irritante, lo que llevó a que cinco personas tuvieran que ser atendidas por irritaciones en los ojos y en la garganta, así como por crisis nerviosas y contusiones.
La agresión mereció la condena unánime de toda la clase política española como el vicesecretario general del gobernante Partido Popular (PP, derecha), Esteban González Pons, que mostró su repulsa por este "ataque fascista".
Desde el gobierno regional catalán, su vicepresidenta Joana Ortega lo calificó de "intolerable totalmente".
Bajo el lema "Vía catalana hacia la independencia", cientos de miles de personas realizaron el miércoles una cadena humana de 400 km que recorrió Cataluña de norte a sur, para reclamar la organización en 2014 de un referéndum sobre la autodeterminación de una región que en los últimos años vio crecer el sentimiento secesionista a la sombra de la crisis económica.