España despide a la leyenda del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano, rindiendo homenaje a uno de los mejores futbolistas de la historia que inspiró a millones de seguidores durante el aislamiento de la dictadura franquista.
Centenares de personas esperaban su turno en la larga fila alrededor del estadio Santiago Bernabéu para visitar la capilla ardiente instalada en el santuario blanco tras el fallecimiento el lunes de Di Stéfano, dos días después de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
"Como él no ha habido ninguno, por eso he venido a darle las gracias. Que Dios le dé tanta gloria como nos ha dado él a nosotros", afirmaba Alfredo Arribas, un jubilado de 88 años.
Los admiradores de la 'Saeta rubia' se inclinaban y santiguaban al pasar por delante del féretro, envuelto en una bandera del Real Madrid.
Alrededor se alineaban grandes coronas de flores blancas y los numerosos trofeos que el legendario delantero hispano-argentino contribuyó a levantar entre los 1950 y 1960 durante el ciclo más exitoso de la historia del club.
Entre los muchos que se acercaron al Santiago Bernabéu destacó el actual capitán del Real Madrid, Iker Casillas, que abrazó a los familiares del exfutbolista, todos vestidos de luto.
Aunque quedan pocos que disfrutaran en vivo de su juego, la velocidad impresionante de Di Stéfano, sus gestos elegantes y su voracidad goleadora permanecen en el imaginario colectivo español.
"Por desgracia no lo he visto jugar, pero por lo que me han contado, era el futbolista total", reconocía Raul Llanos, un agente de seguridad de 34 años.
"Me siento jodido. Era el más grande", decía Javier López, de 28 años, con la camiseta blanca y el escudo del club tatuado en el brazo.
"Si no hubiera sido por este hombre, el Real Madrid no sería nada", añadía.
- Su leyenda sobrevivirá eternamente -
Antes de la llegada del argentino en 1953, el palmarés del que ahora es el club más laureado de España se limitaba a dos ligas y nueve copas.
Di Stéfano, cortejado por el español Francisco Gento, el francés Raymond Kopa y el húngaro Ferenc Puskas, protagonizó en los años 1950 y 1960 el periodo más glorioso del club con cinco Copas de Europa consecutivas, ocho ligas, una Copa Intercontinental y una Copa de España.
"Alfredo Di Stéfano ayudó a transformar el Real Madrid y lo convirtió en la institución deportiva más grande del mundo", afirmaba el lunes el presidente de la entidad y amigo del exfutbolista, Florentino Pérez.
"Nos ha dejado aunque su leyenda sobrevivirá eternamente", añadió Pérez, emocionado.
Presidente honorífico de la entidad desde el año 2000, Di Stéfano se había convertido en símbolo pasado y presente del Madrid, encargado de recibir a los fichajes galácticos de los últimos años como el francés Zinedine Zidane, el inglés David Beckham, el brasileño Ronaldo o el portugués Cristiano Ronaldo.
De carácter ganador en el campo pero al mismo tiempo entrañable en las distancias cortas, los que lo conocieron recordaban su carácter afable.
"Tuve ocasión de conocerle a él como a otros muchos jugadores y era una persona de lo más amable, agradable en su charla, llena de dichos", explicaba en la capilla ardiente el doctor Domingo, de 72 años.
José Luis Saura, un contable jubilado de 86 años que trabajaba para el club, lo corrobora: "Era un hombre amable con todo el mundo, con la prensa, con los empleados".
Los medios tampoco reparaban en elogios a una de las primeras grandes figuras del fútbol español: "genio", "leyenda", eran de las palabras más utilizadas para referirse a un jugador que llenó de orgullo a la gris y aislada sociedad española de la dictadura franquista.
"En la España pobre, aislada, envejecida y volcada en sí misma de la segunda mitad de los años cincuenta hubo algo a que agarrarse: el Real Madrid, la Copa de Europa, esos remotos partidos en Belgrado, en Viena, en Milán, en Bruselas, en Glasgow...", recordaba el director del diario deportivo As, Alfredo Relaño.
"La vieja, firme y prestigiosa Europa, sólo se inclinaba ante nosotros si andaba por en medio el Real Madrid. Y Di Stéfano".