Estados Unidos reiteró a los protagonistas del conflicto en Sudán del Sur, entre ellos al exvicepresidente Riek Machar, que dejaría de brindar apoyo en caso de golpe militar, señaló un diplomático estadounidense.
El enviado especial del gobierno estadounidense para Sudán y Sudán del Sur, el embajador Donald Booth, sigue en Juba, donde exhorta desde el lunes a los dirigentes sursudaneses a hallar "una solución pacífica a la crisis", indicó a la AFP el funcionaro del Departamento de Estado.
Al repetir lo que el presidente Barack Obama ya había escrito el domingo en un comunicado, el diplomático afirmó: "Hemos dicho claramente que cualquier intento de tomar el poder mediante la fuerza militar llevaría a la finalización de la ayuda de larga data que brindan Estados Unidos y la comunidad internacional".
"Seguimos llamando a todas las partes en el conflicto a solucionar sus diferencias de manera pacífica y democrática", subrayó el responsable estadounidense, en referencia tanto al presidente de Sudán del Sur Salva Kiir como a su rival Riek Machar.
Estados Unidos auspició la independencia de Sudán del Sur en julio de 2011 y fue luego el principal apoyo económico y político de Juba en sus comienzos.
Washington multiplicó en los últimos días las presiones hacia las dos partes en conflicto, tras lo cual Machar y Kiir se comprometieron formalmente a iniciar un diálogo, aunque todavía no establecieron una fecha de comienzo para ello.
Cerca de 400 estadounidenses fueron evacuados por el Ejército estadounidense de Sudán del Sur, donde quedó una treintena de ellos, y el Pentágono desplegó 150 marines y equipamientos en el vecino Yibuti.
Los enfrentamientos, que han dejado miles de personas muertas en las últimas semanas, según la ONU, comenzaron el 15 de diciembre, después de que Kiir acusara a Machar de intento de golpe de Estado. Machar lo negó y acusó al presidente de querer eliminar a sus rivales./AFP