El primer ministro italiano, Mario Monti, pidió el martes a la Unión Europea (UE) que reconozca los esfuerzos realizados por los países de la zona euro más afectados por la crisis y contribuya a resolver el "obstáculo" de los altos intereses que pagan en el mercado de obligaciones.
Durante una cumbre celebrada en Roma con el presidente francés François Hollande, Monti recordó las duras políticas de ajuste aplicadas por esos países.
La UE debe "reconocer" esos esfuerzos, dijo, y "poner fin al obstáculo" de las elevadas tasas de interés que pagan para financiarse, y "que no se corresponden con su verdadera situación económica", dijo Monti, aludiendo implícitamente a Italia y a España.
Hollande y Monti se reunieron en Roma por tercera vez desde la elección del presidente francés, en mayo pasado, para preparar una serie de citas cruciales para la zona euro.
Ambos reiteraron su intención de impulsar la implementación de las medidas de estímulo adoptadas en la pasada cumbre europea de junio.
"Hemos identificado tres objetivos para la Eurozona: implementar las decisiones del Consejo Europeo, resolver los problemas en Grecia y España, y crear la unión bancaria", dijo Hollande.
Sin embargo, los dos rehusaron comentar la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE), que se reúne el jueves, intervenga comprando deuda de los países más frágiles --como España e Italia-- para reducir las tasas de interés de sus bonos.
En nombre de la independencia del BCE, el presidente francés dijo que "el mejor comentario al respecto es no decir nada en absoluto".
Por su lado, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, afirmó este martes que el BCE "hará todo lo necesario para salvar al euro".
"Claro que el BCE hará todo lo posible para salvar al euro. El primer mandato del BCE es garantizar la existencia del euro, no sólo asegurar la estabilidad de precios", dijo Barroso en un discurso en Bruselas.
La reunión entre Monti y Hollande se inscribe dentro del ajetreo diplomático en curso desde fines de agosto, con numerosas reuniones entre dirigentes europeos (Monti y la canciller alemana Angela Merkel el 29 de agosto, Hollande- y el presidente del gobierno español Mariano Rajoy el 30), y que se intensifica esta semana con otras (el presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy con Merkel y luego con Hollande, Merkel-Rajoy, Hollande y el primer ministro británico David Cameron, Monti-Van Rompuy...).
Estas reuniones bilaterales se han convertido en algo "habitual" y son "muy importantes, ya que las próximas semanas son de enorme" importancia, según una fuente francesa.
Además de la muy esperada reunión del BCE el jueves, España medirá ese mismo día la confianza de los inversores, con su primera emisión de deuda a largo plazo en un mes, coincidiendo con una visita a Madrid de Merkel.
El 12 de septiembre la Corte Constitucional alemana se pronunciará sobre la validez del fondo de rescate europeo. Ese mismo día, hay elecciones legislativas en Holanda, donde podría reforzarse el campo de los euroescépticos.