La empresa estadounidense Uber llevó a Bruselas su batalla por hacerse una plaza en el mercado del transporte urbano de personas, al demandar a Francia, Alemania y España por infringir la legislación europea relativa a la libre prestación de servicios y el comercio digital, entre otras.
La justicia de España y de Alemania prohibió a la compañía Uber ofrecer el servicio UberPop de puesta en relación de clientes con particulares que actúan como taxistas con sus vehículos personales a través de la web y aplicaciones móviles, una actividad que despertó furibundas protestas en este regulado sector.
En Francia, el servicio UberPop está pendiente de una decisión de la justicia tras la demanda presentada por tres querellantes que denuncian competencia desleal.
Un portavoz de la compañía, Thomas Meister, confirmó en un email que Uber cursó estas tres demandas.
El lunes presentó la demanda contra España. Esta querella completa la ofensiva legal de la empresa estadounidense, que comenzó con una demanda contra Francia a fines de enero y otra contra Alemania el mes pasado, según una copia de los textos del querellante a los que tuvo acceso la AFP.
La Comisión Europea confirmó este miércoles que recibió las demandas de Uber y que las estaba "analizando".
"No nos cerramos a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías pero pensamos que su aplicación debe desarrollarse dentro del marco de las legislaciones existentes", indicó Jakub Adamowicz, portavoz de la Comisión.
Si el brazo ejecutivo de la Unión Europea halla infracciones a la legislación de la UE, podría abrir una investigación que desemboque en sanciones contra los Estados, si comprueba su culpabilidad.
Según Uber, los países en cuestión infringen las directivas de comercio digital y de servicios, entre otros textos legales de la UE.
De cómo trate la Comisión los argumentos de Uber dependerá el resultado de la demanda, esto es si los define como una actividad de servicios o como una compañía de transporte.
"Por un lado tenemos las nuevas tecnologías que ofrecen mucho potencial y por otro lado la reglamentación de los taxis. Los servicios de transporte recaen bajo la órbita de los Estados miembros", señaló Adamowicz.
"Uber es una tecnología, pero es una tecnología que impacta en los modos de transporte", agregó.
Presente en más de 50 países, esta polémica compañía despierta hostilidad en varios países de la UE. En Holanda ya se iniciaron acciones legales en su contra mientras que el mes pasado en Bruselas un grupo de taxistas hostigó a sus rivales de Uber, furiosos por un posible compromiso entre las autoridades belgas y la empresa.