La norma es clara: si el presidente se ausenta, lo reemplaza el segundo al mando. Pero en Ecuador, Venezuela y Uruguay, las vicepresidencias son precedidas por hombres que vienen siendo investigados por asociación ilícita, narcotráfico e indebida gestión pública
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La norma, casi en todos los países de Suramérica, es igual: si el presidente no puede ejercer su cargo por deficiencia física o destitución del Congreso, lo reemplaza el segundo al mando. Algunos vicepresidentes de la región, sin embargo, están siendo investigados por corrupción; incluso no se hablan con el presidente.
En Ecuador, Venezuela y Uruguay, Jorge Glas, Tareck El Aissami y Raúl Sendic, son investigados por asociación ilícita, narcotráfico e indebida gestión pública, abriendo un debate en sus respectivos países sobre las posibilidades que tienen para ejercer la vicepresidencia.
Ecuador: Glas
En Ecuador se especula que el vicepresidente Jorge Glas es un emisario de Rafael Correa para controlar al recién posesionado Lenin Moreno. Pero otros dicen que, como reportó EL NUEVO SIGLO desde Quito, hay una red montada entre todos los actores para que los ecuatorianos extrañen a Correa. Al final, las diferentes versiones no dejan de estar en el terreno de las especulaciones y lo único cierto es que existen una serie de acusaciones contra Glas por supuesta “asociación ilícita”, de acuerdo a la Fiscalía de ese país.
Poco a poco, Glas ha quedado relegado de sus funciones. A comienzos de julio, el gerente general de Telconet, operadora de comunicaciones e internet en Ecuador, rindió versión ante el juez, acusando al tío de Glas, Ricardo Rivera, dueño de un canal, de haber recibido coimas de la constructora brasileña, Odebrecht.
Tomislav Topic, el gerente de Telconet, dijo que Rivera había negociado con Odebrecht la construcción de un canal submarino. Ese negocio, según El Universal de Guayaquil, fue por cerca de 14,1 millones de dólares en coimas. Glas es acusado de ser el puente entre Rivera y Odebrecht, cuando ejercía como vicepresidente y anteriormente como jefe de sectores estratégicos en Ecuador.
En medio del revolcón que ha generado este caso, Lenin Moreno le quitó todas las funciones vicepresidenciales a Glas, como parte de su distanciamiento, tras recibir el apoyo de los 74 miembros del partido oficialista Alianza País, que desde el Congreso aprobaron levantarle la inmunidad al vicepresidente.
El martes, como parte de la causa judicial, el Fiscal General, Carlos Baca, dijo que tenía “fundamentos” para procesar a Glas, declaración que se sumó a la prohibición de salida del país, determinada por la Corte Nacional de Justicia.
Desde Bélgica, donde vive con su familia, Rafael Correa ha salido a defender a su también vicepresidente, calificándolo de víctima. “Ahora (Moreno) dice que “el dedo apunta cada vez más hacia Jorge Glas”. ¿Recuerdan el caso de Dilma Rouseff? ¿Les suena parecido? Y después de ser destituida por el Congreso e imputada judicialmente, ahora resulta que es inocente”, dijo el expresidente.
Venezuela: El Aissami
Tareck El Aissami, vicepresidente de Venezuela, parece inmune a cualquier causa judicial. Acusado el 13 de febrero por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de tener “un papel fundamental en el tráfico internacional de narcóticos”, sólo ha respondido con un simple: son inventos del imperialismo. De resto, no ha pasado nada.
Si el cauce de las cosas fuera normal en Caracas, El Aissami sería el presidente de Venezuela. ¿Por qué? Porque la Asamblea Nacional, aplastada hoy por la Constituyente chavista, declaró en abandono del cargo a Nicolás Maduro, obligándolo a citar a elecciones generales y nombrar transitoriamente a su segundo al mando, al Aissami. Pero nada de eso pasó.
Aunque no todo es tan fácil para el líder chavista. Para la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC), de Estados Unidos, El Aissami ha “facilitado el envío de grandes cargamentos de drogas, vías aérea y marítima desde Venezuela, además de proporcionar protección a traficantes”.
“En concreto, El Aissami recibió dinero por facilitar el transporte de narcóticos propiedad del narcotraficante venezolano Walid Makled García”, señala la OFAC. Makled es un narcotraficante detenido en Colombia y extraditado a Venezuela en 2011 por dirigir una operación grande de tráfico de drogas.
Pero los vínculos de El Aissami no sólo son con traficantes colombianos. De acuerdo a la OFAC, “también está vinculado a la coordinación de envíos de narcóticos al violento cartel mexicano Los Zetas”.
Como consecuencia de sus actividades asociadas al narcotráfico, Estados Unidos congeló todos los bienes de El Aissami y le prohibió la entrada al país. En su mayoría, esos bienes estaban a nombre de su testaferro, José López Bello, quien le “proporciona asistencia material, apoyo financiero o bienes o servicios en apoyo de actividades de narcotráfico internacional”, dice la BBC.
Uruguay: Sendic
En Uruguay, los hechos por los cuales el vicepresidente es investigado no son del tamaño de los de Venezuela o Ecuador, pero han llevado Tabaré Vásquez a expresar su “preocupación” por las sospechas que hay alrededor de su funcionario.
Raúl Sendic, vicepresidente, es objeto de una investigación judicial por su “indebida” gestión cuando dirigía la estatal petrolera ANCAPA, entre 2010 y 2013. Por ese motivo, los uruguayos han puesto en entredicho su calidad para ejercer la vicepresidencia, acorralando al presidente Vásquez.
Además, Sendic es criticado por haber presentado en su hoja de vida un título universitario, “Licencia en Genética Humana”, que nunca obtuvo, reconociendo la mentira en la televisión pública. También tuvo que presentar descargos ante el tribunal de ética de su partido por un supuesto mal uso de su tarjeta de crédito cuando era jefe de la petrolera.
Ante el asedio de la opinión pública y el reclamo de los uruguayos, el presidente Vásquez ha dicho “que es una situación delicada, seria, institucionalmente hablando, pero también es grave por otras consideraciones", pero indicó que no le pedirá la renuncia
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