España se benefició de la fuerte demanda de los mercados para refinanciarse a corto plazo, pero las inquietudes que persisten en cuanto a sus perspectivas económicas amenazan su próxima emisión de deuda, prevista para el jueves y considerada una verdadera prueba.
Aunque tuvo que pagar un alto precio para financiarse, España logró colocar 3.178 millones de euros en deuda a 12 y 18 meses, superando el máximo de la horquilla prevista, que era entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
A juicio de analistas, es un gran éxito para el Tesoro español.
"Es verdad que se paga más que la subasta anterior pero también se paga algo menos de lo que estaba cotizando estos títulos en el mercado secundario", explica David Navarro, analista de la casa de corredores Inversis.
El Tesoro "ha colocado algo más de lo previsto y esto era el gran miedo, decir que al final habían ido a 2.000 millones", añadió.
Muestra de una recuperación de la confianza, justo después de la publicación de los resultados de la emisión, las tasas de la deuda española a 10 años bajaron del 6%, para llegar, al final de la tarde, a 5,88%.
Las recientes inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) de un billón de euros a tres años a tasas muy ventajosas a los bancos de la Eurozona, han podido contribuir con estos resultados.
"Las subastas a corto plazo están siendo favorecidas por estos programas mientras que las de largo plazo no tanto", destacó Soledad Pellón, estratega de la firma IG Markets.
Así, las sombrías perspectivas económicas que planean sobre el crecimiento español hacen crecer los temores sobre la próxima emisión de deuda el jueves.
Con vencimientos a dos y a diez años, se considera que esta emisión será "un verdadero test para España", explica Nordim Naam, estratega de obligaciones en Natixis.
"Salvo intervención del BCE, constataremos un aumento importante de las rentabilidades" que deberá conceder España, prevé Soledad Pellón.
No pudiendo contar con el maná del BCE, los inversores tendrán en mente "el gran problema de España que, según nosotros, es el crecimiento", añade David Navarro. "Si no creces durante mucho tiempo vas a tener más problemas para pagar tus deudas a más largo plazo", agrega.
La deuda pública de España crecerá del 68,5% del PIB a finales de 2011 al 79,8% en 2012, según previsiones del gobierno conservador de Mariano Rajoy.
Para intentar sanear sus finanzas, España lanzó un plan de austeridad sin precedentes a finales de marzo.