El recorrido de la 101ª edición del Tour de Francia, que se celebrará del 5 al 27 de julio de 2014, se presentará mañana en París, con la gran novedad de que las tres primeras etapas se disputarán en suelo británico.
No será la primera vez que el Tour visite Inglaterra. En 2007, la carrera ciclista más importante del mundo arrancó en Londres, con un prólogo de ocho kilómetros, ganado por el suizo Fabian Cancellara, seguida de una etapa entre Londres y Canterbury, antes de regresar al continente.
Aquella iniciativa despertó un gran interés del público británico por una prueba y un deporte por el que nunca habían sentido especial devoción.
Posteriormente llegaron los triunfos de Bradley Wiggins (2012) y Chris Froome (2013), los primeros británicos que vistieron de amarillo en el podio de París.
La dirección del Tour pretende rendir homenaje al ciclismo británico con la disputa de tres etapas en ese país.
El 5 de julio, el Tour comenzará con una etapa entre Leeds y Harrogate, el día siguiente entre York y Sheffield partirá de Leeds y el periplo inglés finalizará el 7 de julio en Londres, con un recorrido muy similar a la prueba de ciclismo en ruta de los pasados Juegos Olímpicos de 2012.
Si en 2013 el Tour tuvo la salida más meridional de su historia, desde Córcega, en 2014 será todo lo contrario, con el inicio más septentrional de su existencia.
"Hay que ampliar horizontes todo lo posible", justifica frecuentemente el director de la carrera, Christian Prudhomme para explicar estas 'aventuras'.
Prudhomme asegura además que el principal objetivo de los diseñadores del trazado del Tour es conseguir cada año que "haya un máximo de etapas en las que pueda jugarse el Tour, que no se limite a una contrarreloj o a una etapa en los Alpes o los Pirineos".
Escaladores que odian el pavés
El resto del recorrido no se conoce con exactitud, alimentando el interés por la presentación del miércoles, pero todo indica que el menú de la carrera incluirá el pavés, típico de la París-Roubaix, la clásica de primavera conocida como el "Infierno del norte" por sus tramos de suelo empedrado o adoquinado que tanto odian los escaladores.
Temiéndose lo peor, Froome ya ha comparado en la prensa británica el pavés "a una señal de alarma que resuenta en él". "Sé que también sonará para los otros ciclistas, pero los escaladores odian el pavés".
Froome considera que no tiene por qué temer no poder seguir el ritmo en ese terreno a otros favoritos de la prueba, como el español Alberto Contador, el colombiano Nairo Quintana, o el italiano Vincenzo Nibali, pero siempre existirá el miedo a no poder librarse de un pinchazo, un accidente o un problema mecánico que arruine las opciones de uno de los favoritos.
Apuesta por la media montaña
Además de las tradicionales etapas pirenaicas y alpinas, la dirección del Tour ha introducido para 2014 una tercera vía montañosa, en el departamento de Vosgos (noroeste) que será el primero en orden cronológico.
En un ciclismo en reconstrucción tras los años dominados por el dopaje sanguíneo, el Tour apuesta por la media montaña en vez de grandes puertos, sobre todo porque obliga a los ciclistas y a sus directores a demostrar mayor imaginación para pasar al ataque.
Si el miércoles se confirma el rumor de que el Tour-2014 tendrá sólo una etapa contrarreloj, confirmaría la tendencia del ciclismo de los últimos años de dar menos importancia a esta disciplina individual y evitar que un especialista obtenga una renta sobre los escaladores que éstos no sean capaces de recuperar cuando llega la montaña.
Ello también dará más posibilidades a otros ciclistas en una prueba que concluirá el 27 de julio en París, aunque a diferencia de lo ocurrido en 2013, el circuito parisino no se celebrará por la noche. "Lo excepcional no tiene vocación de convertirse en habitual", dijo Prudhomme./AFP