El noreste de Estados Unidos sufría nevadas y fuertes vientos el jueves que obligaron a anular unos 500 vuelos en plenas fiestas de fin de año, sacudidas desde el martes por una tormenta que barre gran parte del país y provocó la muerte de al menos siete personas.
En total, más de 2.750 vuelos han sido anulados desde el martes en diferentes aeropuertos estadounidenses, desde el Golfo de México (sur) hasta Nueva Inglaterra (noreste) pasando por la zona de los Grandes Lagos (norte), según el rastreador de vuelos FlightAware.
En el área de Nueva York, los aeropuertos de JFK, Newark y LaGuardia sufrían retrasos por los fuertes vientos pero seguían funcionando con apenas 66 cancelaciones entre los tres el jueves al mediodía.
Tras su llegada al noreste de Estados Unidos el miércoles por la tarde, la tormenta continuaba avanzando por Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York y Nueva Inglaterra, indicó el servicio meteorológico nacional estadounidense en su último boletín de las 10H00 locales (15H00 GMT).
El alerta se mantenía también en cuanto a posibles inundaciones a lo largo de la costa noreste desde Long Island hasta Maine y fuertes vientos en Massachusetts y Rhode Island.
Los vientos alcanzaron velocidades de más de 100 km/h en partes de Nueva Jersey, Delaware y Carolina del Norte y más de 80 km/h en Eatons Neck (Nueva York), según la misma fuente.
La cantidad de nieve caída desde la mañana del 25 de diciembre hasta el jueves a las 09H00 locales (14H00 GMT) llegaba a más de 35 centímetros en partes del centro del estado de Nueva York y en Pensilvania.
"Actualmente se registran fuertes nevadas en el norte de Nueva York y el norte de Nueva Inglaterra", indicó el servicio meteorológico nacional.
El lugar en el que se registró la mayor nevada fue Albion (Illinois, centro-norte), con 47 cm.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó el miércoles por la tarde la apertura del centro de operaciones de emergencia estatal para coordinar los esfuerzos de respuesta.
La extensa tormenta que afecta a Estados Unidos incluyó el paso de 34 tornados el martes por Texas, Luisiana, Alabama y Misisipi (sur).
Los gobernadores de Misisipi y Alabama resolvieron declarar el estado de emergencia en sus jurisdicciones.
Más de 200.000 personas quedaron expuestas al frío y la oscuridad el miércoles luego que las tormentas derrumbaran las líneas de energía en Arkansas, Misisipi y Texas.
Entre siete víctimas mortales que dejó la tormenta hubo dos niños que fallecieron cuando su madre perdió el control del vehículo en el que viajaban en una ruta congelada de Arkansas en la noche navideña.