El nuevo presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el británico Sebastian Coe, advirtió que habrá "tolerancia cero" en los temas de dopaje, tras derrotar en la elección al cargo al ucraniano Serguei Bubka, este miércoles en Pekín.
Coe, de casi 59 años, venció a Bubka por 115 a 92, pero tendrá un duro trabajo por delante tras una serie de controversias en los temas de dopaje.
El británico, que ya guió la candidatura de Londres a la organización de los Juegos Olímpicos de 2012, en los que fue el máximo responsable, sucede en el cargo al senegalés Lamine Diack, de 82 años, que estaba en el cargo desde 1999.
A tres días del inicio del Mundial, en la capital china, el británico dijo que su equipo será "vigilante" en su cruzada contra las trampas.
"Habrá tolerancia cero en el dopaje en mi deporte y mantendremos esto en el nivel más alto de vigilancia", dijo Coe, que ganó el oro olímpico de 1.500 metros en 1980 y 1984.
"Hay un problema universal en el deporte y reconocemos que hemos tenido un rol de líderes en la lucha contra ello en el deporte. Es algo de lo que estoy muy orgulloso y defenderé la manera en que lo hemos enfrentado", indicó.
"Todo lo que haces en deporte se basa en la confianza. Es la confianza en los atletas que están compitiendo en un ambiente libre, abierto y justo", añadió.
- Confianza -
"Es la confianza de que los espectadores van a los estadios creyendo que van a ver algo legítimo y de los padres cuando ayudan a sus hijos a elegir y que deben saber que somos un deporte firme en este aspecto", indicó.
Como parte de su programa, Coe defendió la creación de un organismo de lucha contra el dopaje dentro de la propia IAAF, en apoyo a la Asociación Mundial Antidopaje (AMA). "No quiero entrar en detalles sobre eso en este momento", explicó.
Coe, elegido en el 34º aniversario de su récord del mundo de 1.500 metros en Zúrich, reiteró su pasión por el atletismo.
"Este es un deporte fuerte. Tengo la responsabilidad de hacerlo más fuerte. Y lo haré", señaló.
"Me siento muy honorado. Tengo que decir que hubiera preferido que Lamine Diack hubiera seguido hasta el final del Mundial el 31 de agosto, así me podría sentar y disfrutar. Ha sido un largo camino", afirmó.
"Llegué a un club de atletismo cuando tenía once años. Tuve un aprendizaje de 10-12 años antes de ir a un estadio olímpico. Tuve la alegría de competir en unos Juegos, de ser parte de un equipo que creó algo especial en Londres-2012, pero esto para mí es un desafío mayor", añadió.
"Es mi deporte, es mi pasión y dirigirlo es algo que siempre quise hacer", concluyó.