Temporada de intérpretes y creadores en Factoría | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Martes, 19 de Julio de 2016

El lenguaje a través del cuerpo es el foco principal de Querido pequeño ser y A la hora del té, dos piezas cortas de danza contemporánea creadas e interpretadas por los bailarines de la Compañía de Danza L’Explose como parte de la celebración de sus 25 años de labores artísticas; que estarán en tres únicas funciones a partir de mañana y hasta el sábado en la Factoría.

Querido pequeño ser esta inspira en la relación apasionada, intelectual y rebelde entre Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, la cual es re- interpretada y convertida en una divertida pieza de danza, teatro y movimiento por la directora y coreógrafa Aleksandra  Rudnicka quien comparte escenario con Gadiel López. Simone y Jean Paul son símbolo del amor libre y la liberación sexual, que se hacen presentes en el escenario a través de las cartas y pensamientos que fundamentaron su relación.

Simone: "La mujer que no quiere ser esclava del hombre no huye de él en absoluto; más bien trata de convertirlo en instrumento de su placer”. Jean-Paul Sartre: "Empezar a amar a alguien es una gran hazaña. Necesitas energía, generosidad y estar ciego. Para empezar debes atravesar un abismo que no atravesarías si te pararas a pensar en ello."

Posteriormente y en el mismo escenario estará A la hora del té es una creación colectiva de Luisa Hoyos, Angela Bello y Yovanny Martínez, que surge del encuentro de los intérpretes y de la exploración del movimiento desde la historia y trayectoria de cada uno. Los bailarines deciden celebrar desde la pulsión más primaria de la danza, la relación música-movimiento, queriendo con esto retomar métodos compositivos que de alguna manera son los más intuitivos y gestores de un sin número de experiencias y discursos corporales danzados.

En A la hora del té, el espectador no solo degustara paisajes kineticos que se encuentran en un universo sonoro. Este es un té con un sabor netamente corpóreo, buscando detonar la imaginación del espectador de acuerdo a su paladar.

Querido pequeño ser y A la hora del té, son dos formas de abordar la danza a partir de las necesidades de los creadores-intérpretes; ideas, sentimiento y emociones a través del movimiento y el cuerpo de cinco bailarines que se han destacado en las producciones de la compañía pero que en esta ocasión presentan su trabajo como independientes.