La española Telefónica y la mexicana Iusacell anunciaron este miércoles una alianza para unificar sus redes que les permitirá ampliar cobertura y reducir costos y favorecer la competencia con el gigante Telcel, del magnate Carlos Slim.
La alianza tiene el objetivo de "ofrecer la red más grande y más rápida del país" y de reducir sus costos en beneficio de los usuarios, dijo en conferencia de prensa Juan Abellán, presidente Ejecutivo de Telefónica, que en México participa a través de su filial Movistar.
Con esta decisión las dos telefónicas, que seguirán operando comercialmente por separado compartiendo la infraestructura, concentrarán aproximadamente 26% de mercado, contra más del 70% que mantiene la telefónica de Slim.
El despliegue de nueva infraestructura de última generación de manera conjunta permitirá la ampliación de 36.000 kilómetros de fibra óptica, con lo que sus empresas tendrán cobertura en casi el 90% del territorio mexicano, añadió el presidente ejecutivo de la firma española.
El anuncio se da una semana después de que la Comisión Federal de Competencia decidiera sobre un recurso de Televisa, principal cadena de televisión de México, para que se le permita asociarse con Iusacell, propiedad de TV Azteca, segunda televisora del país. El fallo aún no se notifica a las empresas involucradas, ni se ha hecho público.
Las dos empresas señalaron que continuarán con su planes de inversión para México en 2012, que en conjunto alcanzan cerca de 1.500 millones de dólares, aunque no anunciaron mayores inversiones derivadas del acuerdo.
Adrian Steckel director General de Grupo Iusacell, subrayó que el acuerdo con Telefónica no significa que el grupo español vaya a entrar como acccionista.
Este acuerdo "no es con un accionista, ni con un potencial accionista de Iusacell", subrayó.
Tanto Abellán como Steckel resaltaron que en México persisten las dificultades para competir en igualdad de condiciones.
Steckel pidió que "se incrementen las medidas para que se empareje la cacha", mientras Abellán señaló que México es el país que presenta la brecha digital más grande de América Latina por la falta de competencia.
AFP