Un insurgente talibán infiltrado en la policía de la provincia de Uruzgan, en el sur de Afganistán, mató a diez agentes policiales, en el segundo ataque de este tipo en ocho días, informaron las autoridades locales.

El sospechoso "primero drogó a sus colegas y luego los mató, cuando estaban inconscientes", dijo a la AFP Dost Mohammad Nayab, portavoz del gobierno de Uruzgan.

"Robó las armas y se escapó", agregó el portavoz.

Se lo está buscando activamente, dijo por su parte el jefe adjunto de la policía, Rahimulla Khan.

Los talibanes reivindicaron el ataque a través del portavoz habitual Zabiullah Moudjahid, que agregó que el ataque permitió ampararse del lugar en el cual estaban desplegados los policías.

Los ataques desde el interior, durante los cuales un policía o soldado ataca a sus compañeros de armas, es un recurso frecuente de los talibanes.

La semana pasada, en Uruzgan, una provincia inestable en la cual los talibanes intentan implantarse, un ataque similar había causado la muerte de nueve policías.

Cuatro policías que "colaboraban" con los talibanes mataron a sus colegas mientras dormían, según el portavoz del gobierno.