La cifra de víctimas por el devastador alud que tuvo lugar el pasado fin de semana en el estado de Washington (oeste) aumentará "sustancialmente" en los próximos días, indicaron el jueves las autoridades, mientras que unas 90 personas están todavía desaparecidas.
La cifra confirmada de muertos es de 16 y los equipos de rescate han localizado al menos otros ocho cuerpos, con lo que el número provisional de fallecidos sería 24. "Esta cifra va a aumentar sustancialmente" en los próximos días, según dijo el jefe de bomberos del condado de Snohomish, Travis Hots.
Un total de 49 viviendas de la comunidad rural de Oso se vieron golpeadas por el muro de lodo, rocas y árboles de 2,5 km2, que también destrozó parte de una carretera unos 95 kilómetros al noreste de Seattle.
Unos 200 socorristas han estado trabajando en duras condiciones en los últimos cinco días. Tras el alud se encontraron algunos supervivientes, pero ninguno desde el sábado, aunque el jefe de bomberos señaló que no pierden la esperanza.
"Si encontramos una persona más viva, habrá merecido la pena", dijo.
En el terreno, los rescatistas enfrentan condiciones "muy difíciles", en especial por la peligrosidad del lodo, dijo Hots.
"Hay bloques de arcilla del tamaño de una ambulancia que rodaron por la colina (...). Es tan húmedo y fangoso que parece un pantano", contó.
Tim Minor, de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, advirtió que hará falta tiempo para saber cuántos fallecieron durante la catástrofe.
"Nos tomó semanas tener una cifra exacta en Oklahoma (objeto de un atentado en 1995). Y ni siquiera estoy seguro de que tengamos un balance exacto (de los atentados del 11 de setiembre) en el World Trade Center, donde no encontramos todos los cuerpos", dijo a periodistas.
El servicio estadounidense de geofísica, por su parte, descartó que la catástrofe hubiera sido provocada por un sismo, hipótesis planteada por los socorristas a comienzos de la semana./AFP