El proceso de paz dio un paso significativo al comenzar a trabajar en Cuba una "subcomisión" que preparará el fin del conflicto armado de medio siglo y el desarme de los rebeldes, conformada por militares y guerrilleros de las Farc.

El general Javier Flórez, jefe de los representantes del gobierno en esta subcomisión conjunta, participaba junto al coronel Vicente Sarmiento en la primera reunión con su contraparte, los comandantes guerrillero Joaquín Gómez y Carlos Lozada, junto a los negociadores de paz de ambas partes.

Esta subcomisión -que no tiene facultades negociadoras, sino carácter técnico- preparará los criterios para consensuar el quinto punto de la agenda de paz, el desarme, mientras los negociadores "plenipotenciarios" avanzan en la discusión del cuarto punto, reparación a las víctimas del conflicto.

"El General Javier Flórez Aristizábal (...), en compañía del coronel del Ejército Vicente Sarmiento Vargas (...) llegaron a La Habana para sostener durante un par de días reuniones con miembros de la Mesa de Conversaciones, en las que se definirán las reglas de funcionamiento y el alcance de esta subcomisión", dijo la delegación del gobierno en un comunicado.

La subcomisión, de 20 miembros, preparará propuestas para acabar el conflicto, tema que será abordado por los plenipotenciarios una vez que concluya la discusión sobre víctimas, iniciada hace seis meses.

El general Flórez no hizo declaraciones a la prensa al ingresar este miércoles al Palacio de Convenciones de La Habana, sede de las pláticas de paz desde noviembre de 2012, junto a los cinco plenipotenciarios del gobierno, encabezados por Humberto de la Calle.

Esta subcomisión debió haber iniciado sus trabajos hace meses, pero se retrasó debido a la interrupción que sufrió el proceso de paz tras la captura por parte de los rebeldes en noviembre del general Rubén Alzate, quien se aventuró sin escoltas a una zona selvática controlada por la guerrilla.

Los negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, ya consensuaron los tres primeros puntos de la agenda: reforma rural, participación política y drogas ilícitas.

Además, queda pendiente todavía el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto armado que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.