En enero pasado, cuando el alcalde mayor Gustavo Petro propuso en junta directiva que Saúl Kattán fuera nuevo presidente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), las críticas no se hicieron esperar.
El nuevo directivo venía de administrar la pizzería I Love Pizza, en Miami, Florida, pero recibió el respaldo del Mandatario. "Según Financial Time en Wikipedia, Wharton Business School; es la mejor escuela de negocios de Estados Unidos, de allí sale la élite de sus gerentes. Saúl Kattán salió especializado de la Wharton Business School ".
Hoy, después de seis meses en el cargo, se puede afirmar que Petro dio en el blanco.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo va el proceso con Comcel?
SAÚL KATTÁN:Llevamos seis años peleando para que nos devuelvan el dinero que se pagó en 2006.
Se logró que el Tribunal Andino de Justicia, considerado como última instancia o cosa juzgada, nos diera la razón. Así mismo, el Consejo de Estado, máxima instancia jurídica en el país, respaldó la determinación del Tribunal Andino y ordenó a Claro devolver los recursos.
El plazo se venció el 21 de septiembre. El viernes se radicó un proceso ejecutivo en contra de Claro. Se espera que cumplan antes que haga efectivo el embargo de las cuentas. Sería triste. Ellos no pueden mostrar que porque son los más grandes, poderosos y dominan el mercado simplemente puedan hacer lo que quieran con las demás empresas, el usuario, el gobierno, los legisladores porque eso no funciona así. Hay que meterlos en cintura.
ENS: En diciembre se debe realizar la subasta del 4G. Ustedes alertan por el perjuicio que causaría el monopolio en las telecomunicaciones. ¿Se involucra la multinacional?
SK:Sí. Para la subasta de diciembre hay que lograr conciencia de que no podemos tener un monopolio, una posición tan dominante en el mercado como la tiene Claro. Es malo para la economía y para el país. Es malo para todos.
Miremos a México que tiene la mayor concentración en el mercado de las telecomunicaciones en el mundo seguido por Colombia. Allá Claro le ha costado mucho dinero al país.
Hoy las telecomunicaciones son las que mueven las economías del mundo y si esta se la damos a una sola empresa, no importa el nombre, eso no es bueno para el país.
Hoy tiene el 65 por ciento del mercado de voz y con 4G quedarían con una posición dominante en el mercado de datos móviles donde el resto no puede competir. Hay que dejarles el mercado a ellos, que hagan lo que quieran y después se devolverá al usuario, al Gobierno y a todos. No podemos dejar que eso pase.
Nuevas tecnologías
ENS: Con la autorización del endeudamiento por 600 millones de dólares, ¿la fibra óptica llegará a la puerta de la casa?
SK:Así será.
ENS: ¿Entonces por el ingreso de la línea llegarán todos los servicios?
SK:Esa es la idea. Cambiar todas las redes de cobre por fibra óptica. Será una gran autopista para poder transmitir la cantidad de datos que requiere el usuario que cada día es mayor. Esto será maravilloso para el país e innovador.
ENS: ¿Qué novedades tendrán los usuarios?
SK:Las velocidades que necesiten. Por ahí llegará la televisión IP que será interactiva de última generación y productos supernovedosos.
Si los usuarios que han tenido tanta paciencia durante tantos años se vuelcan y apoyan a ETB en poco tiempo se verán los beneficios. Obviamente, tener cobertura de fibra en toda la ciudad tardará unos años.
ENS: ¿Hoy cuánto hay de cobre y fibra?
SK:El 90 por ciento de las redes es de cobre. La fibra hay en los enlaces corporativos.
ENS: ¿La ETB tiene la infraestructura para desarrollar estos nuevos retos?
SK:Está lista para atender con los empleados y en algunos casos se haría tercerización. ETB puede con el 100 por ciento de la ciudad.
ENS: ¿Cómo va ETB en la subasta de 4G?
SK:Uno de los retos y tema complejo es la subasta del 4G porque se define la movilidad de datos y los procesos de modernización.
Hay que cambiar la cultura en la compañía y lograr que el cliente se convierta en el centro de la empresa. No las redes, porque son una herramienta para servir al cliente. Es el ‘chicharrón’ más grande que tenemos en el interior de la empresa.
Cambio de filosofía
La ETB dio un viraje total en la filosofía empresarial al planean invertir cerca de 600 millones de dólares para adecuarse tecnológicamente, mientras que hace menos de un año se buscaba un socio estratégico y desde hace una década cómo venderla.
ENS: ¿No les da temor que en tres años y medio llegue el Acalde que gane las elecciones y quiera vender?
SK:Da miedo que a mitad de camino se cambie la política, pero con un trabajo fuerte, eficiente, que transforme al interior y exterior de la compañía nos llevara a que cualquier viraje incorrecto no se dejara.
Si los bogotanos se dan cuenta del cambio y que vamos por el camino correcto, cualquier decisión contraría se revelará y harán una huelga grande para que no se metan con ETB.
ENS: Durante una década la ETB se vendía. ¿Eso hizo que se quedara rezagada?
SK:Fueron muchos años que estuvo el debate si se vendía o no, mientras tanto no se hacía mucho.
Una empresa de tecnología y telecomunicaciones que durante muchos años no hizo nada, pues multiplica por siete o por ocho el número de sus años de rezago frente a la competencia.
ENS: ¿Usted dice que se quería regular la ETB?
SK:Sí. Se estaba ofreciendo por unos precios muy bajos. Hay que tener en cuenta que en los últimos diez años la compañía le ha pagado al Distrito dividendos para el sector social por más de 800 millones de dólares.
Cuando se decía que se vendería era en 1.200 millones de dólares. Eran billones de pesos que no tenían sentido. La empresa vende 1,4 billones de pesos, tiene un margen Ebitda cercano al 48 por ciento y una deuda prácticamente nula.
Entonces, si la compañía vale hoy en día 1.200 millones de dólares, hace diez tenía que valer muchísimo más.
ENS: ¿Para no cambiar el rumbo de la ETB cada vez que llega una nueva administración a la ciudad, se tendría que hacer un pacto a treinta años, por ejemplo?
SK:Sí. Hay que cambiar la mentalidad de Bogotá. Medios de Comunicación, políticos, empleados, usuarios para que realmente se piense en ETB para afirmarla, respaldarla, proyectarla y no simplemente jugar al vaivén de cada administración que se le ocurre cambiar la filosofía. Para eso estamos apostándole. Tenemos la meta para los próximos diez años de triplicar los ingresos con planes agresivos y fuertes.