Crónica de Mabel Kremer
Desde susaños mozos, el representante Germán Navas Talero siente estar en el cielo cuando se pone al volante de un carro de carreras. “Me habría dedicado a correr, pero para eso se necesita plata y eso era lo que no había”.
Aunque su padre lo habría apoyado con los ojos cerrados, la chequera no daba para tanto porque tenía ocho hijos que alimentar y educar. “Vivíamos bien, pero no más”, asegura este abogado que se tuvo que conformar con correr uno que otro rally por afición y que actualmente, a sus 71 años, se da el gusto de correr la Copa Mini Cooper Bogotá.
Aunque se graduó como abogado de la Universidad La Gran Colombia y se especializó en Ciencias Penales y Penitenciarias en la Universidad Nacional de Colombia, su afición por las carreras lo convirtió además en periodista y comentarista de carreras automovilísticas.
Admira especialmente a tres corredores. “Michael Schumacher me parece un superdotado. Me gusta mucho el estilo de carrera de Sebastián Vettel. Y de los corredores nuevos latinoamericanos me gusta Pastor Maldonado, porque tiene buenos tiempos y curvas perfectas”, dice.
Rebelde con causa
Navas es hijo de un Periodista y una Trabajadora Social. Por eso el postre favorito después de la cena en su casa era “la sopa de letras”, refiriéndose a las agradables tertulias que armaban sus padres con los ocho hijos.
“Mi papá nos inculcó la lectura y la rebeldía. En mi casa nunca hubo censura para hablar de nada”. El tema favorito de la familia era la historia y la política. “Despotricábamos de los políticos. Y siempre llegué a la misma conclusión: Los políticos son como las obleas… Llenos de arequipe y con dos caras”, comenta con esa risa irónica que tanto lo identifica.
Sin embargo, la mayor ironía es que después de trabajar durante muchos años como abogado en varios cargos públicos y ser reconocido por su programa de televisión Consultorio Jurídico, que duró la “media bobadita” de 20 años al aire, Navas terminó también siendo político. Lleva cuatro periodos en el Congreso como Representante a la Cámara. “Hago política de carambola. La primera vez salí a las esquinas a recoger firmas para lanzarme a la Cámara como independiente y gané”. Básicamente “porque quería hacer bien lo que otros a nombre mío hacían mal”, dice.
A pesar del oscuro concepto de los políticos, Navas Talero admira a uno que otro. “Admiré a Carlos Gaviria y a Luis Carlos Galán. Y por supuesto a Gaitán, que de niño lo conocí como un personaje mítico”.
Pero los que no admira son muchos más, en especial un ex presidente. “Del 99 por ciento de los políticos que no admiro, el primero es Uribe”, asegura este hombre que se fuma 10 cigarrillos al día, que ha visitado 106 países y que ha leído tantos libros que ya perdió la cuenta.
Leer: el mayor placer
Ali Babá y los 40 Ladrones fue el primer libro que Navas Talero leyó.
En su biblioteca actualmente reposan unos mil libros, porque el resto los ha regalado.
Su escritor favorito es el ex colombiano y ahora mexicano Fernando Vallejo, quizás porque tienen algo en común: la rebeldía. Rebeldía que alimentó desde niño cuando a los doce años leyó la Historia Sagrada de Jesús. “Lo leí porque mi padre lo comentaba mucho y quería tener elementos para controvertirlo”.
Así como leyó muchas otras obras que lo que hacen, según él, es “abrirnos los ojos de la cantidad de mentiras que nos meten las religiones”.
Navas Talero pasó por siete colegios. “Me expulsaban porque en aquella época la educación era lo que el maestro decía y mi padre me había enseñado a controvertir”.
Recuerda una anécdota en la que un profesor sacerdote le enseñó que nada existía sin la voluntad de Dios y él muy orondo le preguntó: “Entonces, si es así, ¿por qué existen el diablo y el mal?”. Pregunta de la que no recibió respuesta, pero que sí le costó un jalón de orejas.
Cuando se le pregunta si cree en Dios, Navas responde: “Demuéstreme que existe”. Y asegura además que “los milagros son creación de la estupidez del ser humano”.
Sin embargo, hace 47 años llevó a su esposa hasta el altar solo para complacerla. Tienen tres hijos y es abuelo de dos niños, que son la luz de sus ojos y sus grandes compañeros de viaje.
“Me voy solo con mis nietos. Al mayor de 12 ya lo he llevado a 18 países y el de 10 conoce Francia, Argelia, Sahara, Japón y China. Viajar es la mejor manera de adquirir conocimiento”, asegura el abuelo empedernido que aún tiene un viaje pendiente a Corea.
Consultorio Jurídico
Si hay algo por lo que se recuerda a Germán Navas Talero es por su programa de televisión Consultorio Jurídico.
El Representante fue el gran creador de estos consultorios jurídicos que hoy funcionan en las cáceles del país y en las universidades.
Su madre, una mujer de temperamento fuerte, pero amorosa, que pasó gran parte de su vida ayudando a los reclusos, fue su gran cómplice. “Fue Trabajadora Social de La Picota, la Cárcel Modelo y terminó siendo directora de la Cárcel de Mujeres. Allí le ayudé a fundar el Consultorio Jurídico”, afirma el Representante que creó, además, el primer Consultorio Jurídico de una universidad, que fue la del Rosario y que desde muy joven creó la fundación Abogados para Pobres.
Y aunque Navas Talero por ahora quiere seguir trabajando por los pobres, y sobre todo seguir haciendo oposición y “tumbando proyectos que no sirven para nada”, lo que sí tiene claro es que si decidiera retirarse en el próximo periodo, no pondría el ojo en ningún otro cargo político porque “en Colombia no se hace política: se compran votos y conciencias, y no sirvo para eso”.