Italia atraviesa la crisis económica y social "más larga y dramática" de la posguerra, estimó el jueves Susanna Camusso, secretaria general del mayor sindicato de la península, CGIL.
"Estamos ante la tormenta perfecta: todos los elementos y citas electorales se cruzan", comentó con tono pesimista Camusso durante un encuentro con la prensa extranjera.
Para la líder del mayor sindicato del país, cercano a la izquierda, con unos cinco millones de inscritos, la situación del país es "gravísima", dijo.
"Si no se pone un freno, seguiremos cayendo en picada", advirtió Camusso.
"Los datos de los primeros tres meses del 2013 son peores que los del 2012, que ya eran a su vez pésimos. Se ha multiplicado el desempleo, los sueldos han bajado, se cierran empresas", aseguró.
Más de un millón de personas perdieron su empleo en el 2012 y la tasa de desempleo alcanza el 11,6%, afectando a 3 millones de personas.
Los jóvenes son los más penalizados, con una tasa de desempleo que alcanza el 37,8% entre la franja de edad que oscila entre 15 a 24 años.
Paralelamente, el país está bloqueado, sin poder formar un gobierno, tras el "empate" en las elecciones legislativas de finales de febrero entre las tres mayores fuerzas políticas.
"Hay que proteger a los empleados de empresas y fábricas con dificultades", sostiene la sindicalista.
CGIL pide que se inyecten mil millones de euros al fondo para las indemnizaciones por desempleo.
El Estado dispuso para el 2013 una suma de 2 mil millones para ese fondo, menos de lo asignado para el 2012, sin tener en cuenta que la situación ha empeorado.
La CGIL insta al gobierno saliente del tecnócrata Mario Monti a eliminar la recaudación en julio de nuevos impuestos fijados para trabajadores y empresas, "una carga que resulta insoportable", afirmó.
AFP.