“Sin verdad podríamos tener farcrim” | El Nuevo Siglo
Sábado, 26 de Abril de 2014

“Ese fue el problema de Justicia y Paz: nos dijeron verdades a medias y de allí el surgimiento de las bandas criminales. No podemos permitir que la ausencia de verdad nos conduzca a las ‘farcrim’. Los pueblos tienen que conocer su verdad”.

Así se expresó el ministro de Justicia, Alfonso Gómez, en el cierre del II gran Foro de Justicia Transicional, realizado en Medellín, donde defendió la verdad, el reconocimiento de las víctimas y los mecanismos de justicia transicional como principios fundamentales en un proceso de paz duradero.

Ante un auditorio de 300 personas, el jefe de la cartera de justicia dijo que Colombia debe caminar hacia una justicia “permanente y creíble” y que foros como estos están ayudando a construir una nueva Colombia.

“Encontremos un antídoto contra el veneno del odio, la indiferencia y la ilegalidad. Hay que salirle al paso a quienes pretenden asociar la justicia transicional con impunidad y a quienes creen que este país puede seguir solucionando sus problemas a través de la violencia. Eso no es cierto. Hay que parar esta guerra, hay que pararla a nombre de las víctimas”, enfatizó.

“Cada bomba que se usa vale 500.000 dólares. Uno se pregunta: para qué seguimos en esta guerra. El mejor negocio para Colombia es el de la paz”, continuó Gómez, e hizo un llamado para seguir con esta labor de pedagogía tanto a nivel local como nacional. “Más allá del conflicto debemos construir una cultura de la legalidad y una cultura de lenguaje no guerrerista”, dijo.

Finalmente, el jefe de la cartera de justicia indicó que la ruta para consolidar la paz también requiere del convencimiento determinante de poner fin al espiral de muerte: “todo en Colombia es enemigo, todo es batalla. Todo se quiere resolver mediante la violencia. Hay que crear una cultura de que el delito no paga y trabajar en la resocialización. Los empresarios deben saber que la mejor manera para construir riqueza es combatir la pobreza. Habrá más consumidores cuando creemos en Colombia una gran clase media, que es la que sostiene un régimen verdaderamente democrático”, concluyó.