Sin ambiente para convocar Consejo de Paz | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Mayo de 2014

El ConsejoNacional de Paz aún no empezará a sesionar. Aunque Luis Eduardo Garzón, el encargado para liderarlo, había propuesto el día de hoy para una primera reunión, son varios los obstáculos que se le han atravesado.

Según Garzón le explicó a El Nuevo Siglo, la primera razón está relacionada con el paro agrario que por el momento copa las prioridades tanto de los campesinos como del Ministerio del Interior. Para el exconsejero del diálogo social, esta coyuntura es clave, pues “los campesinos tienen que estar ahí”.

Por otra parte, varios sectores de la sociedad han manifestado la necesidad de reformar la composición del Consejo, para añadirle otros actores que no contempla la Ley que en 1998 le dio vida a este. El Comité de Impulso del Consejo Nacional de Paz (CNP), del que hacen parte las comisiones de paz del Congreso y varias organizaciones de derechos humanos, mujeres, campesinos y otros sectores de la sociedad, le ha propuesto al Gobierno la inclusión de otros grupos sociales a través de un decreto.

En un comunicado, el comité explica que “entre el momento de creación del Consejo -formalizado en la Ley 434 de 1998- y el momento de hoy, existen diferencias profundas. El panorama es otro bien distinto como bien lo comprueba la presencia de multitud de organizaciones”. Es por eso que piden, por ejemplo, la inclusión de representantes de los discapacitados, los pequeños mineros, la comunidad Lgbti, los colombianos en el exterior y de las víctimas, pues la Ley solo contempla a los desplazados.

“Hay que evaluar nuevamente la conflictividad social y política y a partir de eso hacer las adecuaciones”, explica Luis Emil Sanabria, director de Redepaz y miembro del Comité de impulso. Garzón coincide con la necesidad de reformar la composición del Consejo y agrega que la representación de los campesinos debería ser mayor dado su creciente influencia y es otro de los que cree que “muchas cosas han cambiado desde el 98 a acá. Por ejemplo, no había federación de departamentos ni de alcaldes”.

En efecto, la Ley del 98 permite ampliar la conformación del Consejo Nacional de Paz “cuando se estime conveniente (…) con el fin de dar representación a otros sectores de la sociedad civil, cuya participación pueda ser fundamental para el proceso de paz”, como lo establece un parágrafo.

Encuentro mañana

El Gobierno, según el copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, José Joaquín Camelo, no había dado respuesta a esta petición hasta ayer, cuando el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, le dio una cita para reunirse mañana a las 3 de la tarde. En ese encuentro entre el Comité de impulso y Jaramillo, la idea es darle a conocer al Comisionado un documento con esta propuesta y dialogar sobre el futuro próximo del CNP.

Tanto para el representante Camelo como para Luis Eduardo Garzón, el cambio en la composición del Consejo a través de decreto es un requisito necesario para que este empiece a sesionar. Sin embargo, para Sanabria esto no debe darse antes necesariamente: “La lógica es que, se amplíe o no la ley, se empiece a citar el Consejo; puede ser que se adecue una vez esté instalado y se invite a otros, o previamente pero no hemos recibido ninguna de las dos respuestas”.

La Ley del 98 que creó esta herramienta también le dio vida a los Consejos Territoriales de Paz. Sin embargo, a Sanabria le preocupa que estos tampoco están funcionando en forma, por eso espera que en los próximos acercamientos con el Gobierno, “además de ser citado el Consejo, se haga un cronograma que permita instalar los consejos territoriales: tanto departamentales como municipales”.

Expectativa en tiempo electoral

Fernando Hernández, director de la Corporación Nuevo Arco Iris y desmovilizado de la Corriente de Renovación Socialista, también se muestra a la expectativa de que inicien estas sesiones: “Ayer nos reunimos los delegados del M-19, el Epl, y los diferentes desmovilizados de los 90 para hablar sobre el Consejo Nacional de Paz y estamos esperando la convocatoria”. En este encuentro, reveló, escogieron a Antonio Navarro Wolf como posible delegado para representarlos en el CNP.

Una de las preocupaciones de Hernández es que la propuesta que lanzó el presidente Santos de revivir el CNP haya sido efecto de “la fiebre electoral”.

Precisamente la última de las razones por la cual no se convocará aún el CNP es que “se está evaluando si es válido hacerlo en un escenario electoral”, según explicó Garzón, miembro de la campaña reeleccionista. Garzón en el pasado había manifestado su interés de que esto se diera antes de las elecciones presidenciales.

El propósito del CNP

Según Camelo, son dos los objetivos que cumpliría el Consejo Nacional de Paz: servir como instrumento de acompañamiento y como “estrategia de blindaje” al proceso de paz. “Es la instancia de las mayorías del país en los territorios para dar las pautas sobre qué es un proceso de paz y de qué manera se puede ayudar a superar el conflicto”. 

En cuanto al ‘blindaje’, explica que es necesario, pues “el proceso está desprotegido y, a pesar de que hay una alta voluntad del Gobierno, no hay una vocería auténtica con respecto a lo que pasa en La Habana, el país está confundido”. 

El representante cuenta que desde hace más de 10 años varios congresistas venían trabajando para lograr que se reviviera este organismo. Sin embargo, “con el gobierno de Uribe fue muy difícil", pero vieron la oportunidad con el proceso de paz que inició el presidente Santos.

 

Quiénes están en el CNP

 

La conformación del CNP, según la Ley 434 de 1998, está compuesta por: representantes de la rama Ejecutiva y Legislativa, los órganos de control y “la sociedad civil”. En este último grupo se incluyen un representante de la Conferencia Episcopal, uno de otras iglesias, dos representantes de los sindicatos, dos de los sectores económicos, dos de las organizaciones campesinas, uno de los indígenas, uno de las comunidades negras, otro de los oficiales en retiro, una representante de las mujeres, dos de organizaciones que trabajen por la paz, dos de los derechos humanos, dos de las universidades, un desmovilizado, un desplazado y otro en representación de los niños.

Eso lo establece en el artículo 4, al que se le suma un parágrafo según el cual esta conformación podría ampliarse con el tiempo.

 

La paz con el Eln

 

Otra de las peticiones que ha lanzado el Comité impulsor del Consejo es que se inicien cuanto antes las negociaciones de paz con el Eln. Para Fernando Hernández, quien fue miembro de esta guerrilla y hace parte del comité, es el momento indicado para hacerlo, pues “ya van tres  puntos fundamentales y estructurales de la negociación y pensamos que es un proceso irreversible. Es hora de que arranque para que se consolide en el transcurso de este año”. Para el representante Camelo, “no puede haber una paz sostenible si no se incluye a todos los actores”.