Sigue la ‘pelea’ por reserva ambiental | El Nuevo Siglo
Lunes, 8 de Febrero de 2016

“El agua que se conserva en esa zona alimenta al subsuelo y nutre a los ríos y humedales cercanos como Torca, Guaymaral y la Conejera”, afirmó el profesor Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia.

El pronunciamiento del experto se produjo después de que el alcalde capitalino Enrique Peñalosa anunciara la construcción de soluciones de vivienda en una parte de la reserva forestal Van der Hammen, edificaciones que, de acuerdo con lo argumentado por la Administración distrital, no perjudicarán el medio ambiente.

Según el experto, la importancia de la reserva ubicada al norte de la ciudad, creada en el 2011 para reconectar los cerros orientales con el río Bogotá en el occidente, está documentada en los trabajos que realizó el propio profesor Thomas van der Hammen desde 1991 y a los que, como salta a la vista, se debe el nombre otorgado a dicha área.

La reserva Van der Hammen, de 1.395 hectáreas, tiene destinada un 5,84 por ciento a zonas de protección donde aún se tienen ecosistemas completos.

Gran parte del área protegida conserva restos del bosque de Las Mercedes y las investigaciones sustentan que bajo la superficie se concentra una gran cantidad de sedimentos cargados de agua.

La zona de restauración, que ocupa el 39,61 por ciento de la reserva, fue destinada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) para adelantar un restablecimiento ecológico y así lograr la conexión con el río Bogotá.

“Estamos empezando a ver escasez del recurso hídrico y mientras se resuelve el problema del uso del agua, es indispensable que la reserva Thomas van der Hammen se mantenga viva, sin nada de cemento, para que los humedales no se vean afectados”, agregó el profesor Rangel.

Asimismo, el catedrático recomendó desarrollar nuevos proyectos de vivienda hacia el occidente de la ciudad.

“Allí los suelos tienen baja oferta ambiental, si se adelantan construcciones hacia la zona occidental se estaría dando un buen uso al suelo sin afectar la riqueza ambiental que tiene Bogotá”, precisó Rangel.