Unos dicen que la decisión está en manos del Congreso. Él mismo la puso en manos del presidente Juan Manuel Santos.
Pese a los ríos de tinta, palabras y trinos que corrieron ayer (sin contar los que faltan por correr) acerca del futuro de Angelino Garzón en la Vicepresidencia, la verdad que el tema sigue sin definirse y así seguirá por varios días.
Unos dicen que la decisión está en manos del Congreso. El propio Garzón la puso en manos del presidente Juan Manuel Santos. Finalmente, dependerá de él mismo pues como lo ha repetido desde que se anunció como fórmula del candidato a la primera magistratura por el Partido Social de Unidad Nacional (La U) su llegada al cargo es una decisión que tiene origen en las urnas.
Como ya es de público conocimiento, ayer el vicepresidente Garzón, en proceso de recuperación por un accidente cerebrovascular, reveló que le fue encontrado un tumor canceroso no agresivo en la próstata, por lo que se someterá a un tratamiento de radioterapia.
"Uno de los médicos tratantes me ha informado que padezco un tumor microscópico canceroso no agresivo en la próstata, el cual, en ningún momento, sería causa de mi muerte", precisó Garzón en un comunicado (ver recuadro).
Según el funcionario, la recomendación de los médicos es someterse a un tratamiento de radioterapia, por lo que, anunció, "he iniciado dicho tratamiento, que abarca 39 sesiones de radioterapia, por lo menos 5 veces a la semana".
En su comunicación, Garzón recordó que está próximo a cumplir 66 años de edad y por ello anotó que es "plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del Vicepresidente de Colombia".
Próstatas
Garzón reveló la situación apenas tres semanas después de que el presidente Santos, anunciara también que le había sido encontrado un tumor cancerígeno en la próstata, tumor del que fue operado el pasado 3 de octubre, con resultados satisfactorios, según los especialistas y los exámenes posteriores.
Santos aún se encuentra en recuperación, por lo que ha debido restringir sus desplazamientos y recién el viernes pasado asistió a su primer acto público en Bogotá tras la intervención.
Apoyo total
Como era de esperarse las reacciones se desataron, para satisfacción del Vicepresidente en su mayoría con apoyo y deseos de una pronta recuperación.
El exmagistrado José Gregorio Hernández aclaró que no se le puede exigir la renuncia al Vicepresidente.
“El vicepresidente Angelino Garzón no ha manifestado que desee renunciar al cargo, por lo que no se le puede obligar" y que solamente sí "él decide renunciar o sea incapacitado se podría proceder a nombrar su reemplazo", caso en el cual "el Congreso definirá en los treinta días siguientes el reemplazo del vicepresidente, y creo que el elegido deberá ser una persona que pertenezca al mismo partido del doctor Angelino".
El presidente del Congreso, el senador vallecaucano Roy Barreras, de La U, tuiteó "solidaridad y respeto por la condición humana del Vicepresidente. Que sea él quien tome la mejor decisión para su salud, su familia y las instituciones", añadiendo posteriormente que "en mi opinión personalísima, el cáncer de próstata incipiente no incapacita pero esa evaluación corresponde solo a autoridades médicas por ley".
El presidente de la Cámara, el representante antioqueño Augusto Posada, también de La U, dijo que “lo que deseamos desde el Congreso es que el Vicepresidente se recupere de manera definitiva de sus quebrantos de salud”.
Dado que el propio Garzón expresó que está dispuesto a someterse a la Constitución y la ley para definir su futuro en el cargo, Posada lo invitó para que abra su historial médica y así los colombianos tengan una idea clara sobre su verdadero estado de salud: “Si se comprueba con dictámenes médicos su incapacidad mental y física para desempeñar el cargo de Vicepresidente, el Congreso tomará la decisión y nombrará un reemplazo, pero desde luego está en sus manos decidir el paso a tomar”.
“Estaremos esperando” por la decisión que tome el Vicepresidente, “pero desde luego el propósito y el espíritu que tenemos en el Congreso es la de una pronta recuperación”, puntualizó Posada.
Una de las más valiosas declaraciones fue que entregó su predecesor, el exvicepresidente Francisco Santos, considerando que Garzón no debe renunciar: "No veo razón alguna para que lo haga. Ese cáncer es muy común y la radioterapia arroja excelentes resultados. Toda mi solidaridad para con él y su familia que atraviesa momentos muy difíciles".
El alcalde Bogotá, Gustavo Petro, tuiteó "mi solidaridad con Angelino. Defensor de las aspiraciones de los trabajadores en la Constituyente de 1991".
"A un amigo se le deben decir las cosas que uno siente por dolorosas que sean, Angelino debería renunciar para evitar que lo manoseen más", expresó León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, quien luego agregó "Angelino concentrado en su salud y su familia, lejos de las agudas presiones políticas, puede recuperarse, es lo que deseamos sus amigos".
Para el jurista Juan Manuel Charry, el Vicepresidente tiene dos opciones: si se encuentra en precario estado de salud debe renunciar al cargo, para que el Congreso decida sobre su remplazo; o dejar que el Congreso pida un estado de salud y con esa documentación decida.
El exmagistrado Alfredo Beltrán amplió lo dicho por Charry explicando que el Vicepresidente podría ser sustituido de su cargo en caso de renuncia o enfermedad.
Comunicado de la Vicepresidencia de la República
Como Vicepresidente de la República de Colombia me permito informar a la población en general y a los honorables congresistas, que durante mi proceso de recuperación motriz al que actualmente estoy siendo sometido, uno de los médicos tratantes de la EPS Sanitas me ha informado que padezco un tumor microscópico canceroso no agresivo en la próstata, el cual, en ningún momento, sería causa de mi muerte.
El mismo médico tratante me ha recomendado que lo mejor en este caso es que me someta a la eliminación de dicho tumor mediante el sistema de radioterapia en el Hospital San Ignacio de la Universidad Javeriana. En ese sentido, he iniciado dicho tratamiento, que abarca 39 sesiones de radioterapia, por lo menos 5 veces a la semana.
Quiero manifestar que no nací en el poder ni siendo Vicepresidente y menos pretendo aferrarme a ellos. Lo que me ha estado pasando en materia de salud, junto con la cirugía a la que fue sometida mi esposa recientemente para extirparle un cáncer y un riñón, ha sido una etapa muy dura que me ha tocado vivir y que no se la deseo a ninguna persona ni a ninguno de mis contradictores políticos.
El próximo 29 de octubre cumplo 66 años y a esta altura de mi vida, insisto, no me puedo aferrar al cargo de Vicepresidente y menos enamorarme del mismo. En tal sentido, soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del Vicepresidente de Colombia.
Como cualquier persona, no tengo la posibilidad de escoger cómo será mi situación en materia de salud, sencillamente confío y creo en el conocimiento de los médicos y en los avances de la tecnología. También se que cualquier persona está expuesta a enfermarse, más allá de los cargos que ocupa en el sector privado o público.
Que se haga la voluntad de Dios y del Señor de los Milagros de Buga y en tal sentido reitero mi disposición de contribuir siempre al éxito de la gestión de todos los servidores públicos en nuestro país, incluyendo en primer lugar al Presidente Juan Manuel Santos Calderón.
Fraternalmente,
ANGELINO GARZÓN
Vicepresidente de la República de Colombia
ANÁLISIS
CINCO EJES DEL DEBATE
1. ‘COINCIDENCIA’ PROSTÁTICA: frente a quienes insisten en que Garzón debe dar un paso al costado debido a su delicado estado de salud, los defensores de su continuidad alegan que si no se le obligó a renunciar cuando sufrió un infarto dos años atrás o en el reciente accidente cerebro-vascular, mucho menos debe hacerse ahora que confesó padecer de un cáncer similar al que le fue encontrado semanas atrás al presidente Santos y que –como lo ratificó ayer el Vice- no amenazó su vida ni le generó una incapacidad física o mental para gobernar. Y no se hizo en el caso de Santos, que ejerce funciones presidenciales permanentes y precisas, porque hacerlo ahora con Garzón, que tiene cargo pero no funciones permanentes ni precisas.
2.LA DISCAPACIDAD: desde el mismo momento en que Garzón puso este término sobre el tapete para replicar a quienes lo trataron de tachar de ‘incapaz’ de ejercer el cargo de ‘fusible presidencial’ fue evidente que el debate en torno a la continuidad del segundo a bordo tomó otro matiz, que incluso obligó a los más críticos a bajar el tono a sus señalamientos y tesis. Una cosa es ejercer presión sobre un alto funcionario enfermo y otra muy distinta sobre alguien que se declara “discapacitado” -por tener limitaciones físicas mas no mentales- pero relieva su derecho natural, legal y constitucional a no ser discriminado por ello. Política y públicamente replicar ese argumento es poco rentable.
3.EL MANDATO POPULAR: es claro que el Vicepresidente está en el cargo por voluntad ciudadana. Dentro de las reglas del juego es depositario de un mandato popular y ejerce, por tanto, una especie de “derecho adquirido” que no puede ser revocado de manera unilateral e impuesta, y menos aún cuando se percibe un móvil político-electoral detrás de algunos de sus principales críticos. Garzón ha sido claro en recalcar el mandato popular que lo puso en el cargo y está claro que, ni siquiera, el Presidente de la República le puede exigir renunciar o forzarlo a ello, por más grave que fuera la crisis o contradicción entre ellos. Puede quitarle la oficina, las funciones que le haya delegado y cualquier privilegio, pero nunca sacarlo del cargo.
4.CONGRESO DESPRESTIGIADO: la situación se complica aún más cuando es desde el Congreso -la institución más desprestigiada del país- que se presiona para tratar de sacarlo del cargo y hacer uso así de la facultad para designar su reemplazo, precisamente que se está a meses de que el Jefe de Estado anuncie si buscará reelegirse. Si fuera cualquier otra institución la que le exigiera dar un paso al costado a Garzón, la cuestión sería diferente, pero no se puede desconocer que en este caso el mayor enemigo del Congreso es su propio desprestigio.
5.INCAPACIDAD NORMAL: Legalmente Garzón está cobijado por una incapacidad médica, entendida esta como el derecho que le asiste a todo trabajador a no laborar cuando su salud no se lo permite. Hay un vacío legal no sólo alrededor de cómo validar la capacidad mental y física del Vicepresidente, sino de toda esta figura en sí. Por eso, precisamente, está en trámite una ley que haría obligatorio los exámenes anuales a los más altos funcionarios. Pero hoy no hay tal exigencia normativa. Prueba de ello es que el propio Senado ordenó practicarle un examen médico pero Garzón se negó sin que ello le hubiera acarreado sanción o investigación alguna.