por Pablo MELIAN
La estadounidense Serena Williams (N.1) ganó su tercer Roland Garros al derrotar este sábado en la final a la checa Lucie Safarova (N.13), por 6-3, 6-7 (2/7) y 6-2, y logra así su 20º Grand Slam, quedando a dos del récord absoluto de Steffi Graf.
La estadounidense, ganadora antes en París en 2002 y 2013, se mantuvo fiel a su espectacular estadística en los partidos por el título de los torneos mayores. Ha vencido en 20 de 24.
Además Williams suma su segundo grande de la temporada, tras haber ganado en Australia, por lo que se acerca al Grand Slam (ganar los cuatro torneos) en un año natural.
Este hito solo lo han logrado tres tenistas en la historia: su compatriota Maureen Connolly (1953), la australiana Margaret Smith Court(1970) y Graf (1988).
"Fue muy complicado. Ella ha jugado magnífico y no tuvo miedo, yo me puse un poco nerviosa. Es un sueño para mí volver a ganar aquí", dijo una emocionada Serena nada más acabar.
- Un torneo complicado -
Después de haber superado un 'vía crucis' en este Roland Garros, que lo empezó con molestias en el codo derecho y en el que en cuatro partidos tuvo que remontar un set en contra, este sábado volvió la mejor versión de Serena.
Visiblemente recuperada de la gripe que le impidió entrenar el viernes y que la dejó sin energía en la semifinal ante la suiza Timea Bacsinszky (N.24) el jueves, Serena dominó el primer set desde la potencia que la hace única en el circuito femenino.
La checa, que a sus 28 años vive el mejor momento de su carrera, jugaba por primera vez una final de Grand Slam. Llegaba como la tenista más sólida de este Roland Garros, en el que eliminó en dos mangas a la campeona en 2014 Maria Sharapova.
Con su primera rotura Serena se situó 3-1 y ya no perdonó, apuntándose la manga en 31 minutos, ante una Safarova que sufría para aguantar los 'latigazos' de la estadounidense.
- Resucita Safarova -
La dominadora del tenis mundial tenía el partido en su mano, con 4-1 a su favor en el segundo set, pero vio como Safarova renacía y era capaz de ganar cinco juegos para derrotarla en el tie break.
Cuando nadie la esperaba, Safarova resucitó y remontó encadenando cuatro juegos, con dos roturas, ante una pista central entusiasmada por la posibilidad de alargar el espectáculo.
En la tercera manga, marcada por la igualdad al principio, Safarova mantuvo el ritmo que la ha hecho a brillar en este torneo, mientras que Serena fue consciente de que tenía que elevar el nivel si quería ganar.
La estadounidense aceptó el envite y acabó imponiendo su ley para levantar el título tras dos semanas de sufrimiento/AFP.