Cerca de 6.200 árboles de especies nativas como tominejero, guaque, arranyán blanco, pagoda y mano de oso, darán vida al sector conocido como ‘La Cascada’, en los cerros orientales, donde un incendio, ocurrido en febrero de 2016, destruyó 2,3 hectáreas.
Esta plantación hace parte de todas las actividades que prepara la Administración Peñalosa para conmemorar el Día Internacional del Árbol y para resaltar el trabajo de restauración ecológica que realiza el Jardín Botánico de Bogotá en diferentes zonas de la ciudad.
Durante toda la semana, desde mañana hasta el 14 de octubre, el Jardín Botánico estará realizando la ‘semana de la restauración’, que tendrá actividades como curso de estudio de aves, carreras de observación y plantaciones, con el fin de promover el conocimiento y cuidado de los recursos naturales y las coberturas vegetales en la ciudad a través de espacios de participación y socialización.
Los días mañana y el jueves, el Jardín llevará a cabo dos plantaciones. La primera, tendrá lugar en el Santuario de Flora y Flora del Bosque Las Mercedes, con el objetivo de aprender sobre cómo plantar árboles en terreno. Mientras que la segunda, que se hará en el marco del día internacional del árbol, contempla la siembra de cerca de 6.200 individuos para recuperar la zona afectada por incendios forestales en febrero de 2016 en los cerros orientales.
Para el día 13 de octubre se realizará un curso de observación y reconocimiento de aves en el Parque Regional La Florida, donde muchas especies en estado de vulnerabilidad han vuelto a aparecer luego de los procesos de restauración ecológica que ha implementado el Jardín en el lugar.
El día 14 de octubre se hará una carrera de observación en el Parque Ecológico Cantarrana con la Universidad Pedagógica y Grupo Scout Colombia seccional Bogotá, mediante la cual se busca acercar las herramientas de restauración a la comunidad y que puedan conocer sobre restablecimiento de las coberturas vegetales.
Durante la administración Peñalosa, el Jardín Botánico de Bogotá ha plantado cerca de 27.585 árboles en lugares como Parque Nacional, Parque Regional La Florida y predio La Cascada, donde se adelantan procesos de restauración ecológica. Adicionalmente, las coberturas vegetales urbanas en espacio público y privado han aumentado con cerca de 34.268 árboles que dan un nuevo aire a la ciudad.
Recientemente, con ocasión del Día de la Tierra, la Alcaldía y sociedad civil sembraron 200 árboles en Cerros Orientales de Bogotá
La actividad, impulsada por la sociedad civil con el apoyo de la Alcaldía de Bogotá y la CAR, buscaba realizar una restauración ecológica en los cerros del oriente de la capital, en la que se dará inicio a la reforestación de las zonas desbastadas por los incendios del año pasado.
Los árboles sembrados, pertenecen a especies nativas diferentes, entre ellos algunos frutales que remplazarán a pinos invasores y eucaliptos foráneos que fueron destruidos por las llamas.
Los Cerros Orientales tutelares de Bogotá, denominados el Telón de Fondo de la Capital, han sido objeto de múltiples intervenciones con efectos sobre su conservación y preservación, muchas de ellas ocasionadas como efecto de políticas y normas del orden nacional, regional y local; de actuaciones de particulares, y de la falta de mecanismos para ejercer su control y vigilancia. Simultáneamente, se han expedido múltiples reglamentaciones por parte de las entidades ambientales de las diferentes órdenes orientadas a proteger su valor ambiental y paisajístico, a regular los usos, a mitigar los efectos de la ocupación y a restringir la continua utilización de recursos del subsuelo.
Pese a dichas normas y, quizás como consecuencia de ellas, y de la diversidad de entidades con actuaciones y competencias en los cerros se han generado y subsisten conflictos de intereses que se evidencian en el deterioro de los cerros mismos.
Desde principios del siglo pasado los cerros sufrieron un proceso de deforestación intenso que alteró su fauna y flora nativas. Al momento de ser declarados como Reserva Forestal Protectora por el entonces Inderena (1976) estaban desprovistos de vegetación y sustentaban una diversidad de usos no compatibles con el de conservación, tales como los agrícolas y pecuarios en las veredas de los Verjones.