Presentó su dimisión tras la actuación del equipo en el Mundial de Nueva Zelanda, marcada por los malos resultados y el comportamiento de algunos jugadores, el técnico de la selección inglesa de rugby, Martin Johnson.
 

"No renovaré mi contrato a finales de diciembre. Es una decisión que no fue ni rápida ni fácil, pero creo que es la correcta en este momento", dijo Johnson en una conferencia de prensa en Twickenham.
 

Inglaterra fue duramente criticada por su comportamiento tanto dentro como fuera de los estadios del Mundial neozelandés, en el que el equipo fue eliminado en cuartos de final por Francia (19-12 en Auckland).
 

"Las cosas que pasaron fuera del campo en el Mundial no ayudaron. Dimos a la gente la oportunidad de hablar de nosotros como lo hicieron, pero no tomé la decisión de manera inconsciente", añadió el técnico.
 

La participación de Inglaterra en el mundial neozelandés estuvo marcada por la polémica y el centro Mike Tindall, casado con Zara Phillips, nieta de la reina Isabel II, fue sancionado por su comportamiento en una fiesta que tuvo lugar durante el mundial.
 

Tindall, capitán del equipo durante la competición, fue sancionado la semana pasada con 25.000 libras (unos 29.000 euros) de multa por ir a una fiesta en un pub de Queenstown, en la que fue filmado por las cámaras de seguridad besando a una mujer en la frente.
 

Otros dos jugadores, el wing Chris Ashton y el tercera línea James Haskell recibieron cada uno una multa condicional de 5.000 libras (5.800 euros) por haber llevado a una mujer de la limpieza a la habitación de su hotel en Dunedin, un comportamiento considerado inapropiado por la RFU.
 

Martin Johnson, que dirigía Inglaterra desde 2008 y cuyo contrato se terminaba tras el Mundial, fue el capitán de la selección en 2003, cuando el XV de la Rosa ganó el torneo.

AFP