El presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, invitó a los empresarios colombianos a dejar a un lado de pesimismo y la polarización y comenzar a trabajar por la recuperación económica del país.
Domínguez, quien clausuró el Congreso anual de su gremio en Cartagena, señaló que “Hoy más que nunca los desafíos que Colombia enfrenta demandan el trabajo conjunto para concertar iniciativas creativas que ayuden a mejorar los indicadores de crecimiento y el bienestar de la población. No podremos conseguir resultados diferentes haciendo lo mismo”.
El dirigente que reunió en la Ciudad Heroica a más de 1.000 empresarios y dirigentes del país sostuvo que este año, año las dificultades de la desaceleración por cuenta de la caída de los precios del petróleo, sus consecuencias en la capacidad del gasto y la inversión públicas, y la polarización que impone miedo y paraliza la inversión y el consumo, son las principales preocupaciones del sector empresarial.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve usted lo que ha pasado en el año en materia económica?
JULIÁN DOMÍNGUEZ: No cabe duda que este ha sido uno de los años más retadores para la economía del país. En el primer semestre los empresarios aplazaron decisiones de inversión a la expectativa de las nuevas reglas del posconflicto y el impacto de la reforma tributaria, un sacrificio enorme que el país viene haciendo para conservar la estabilidad fiscal ante el fuerte impacto del choque externo, condición indispensable para acceder al crédito y atraer la inversión.
ENS: ¿Qué se puede hacer para pasar este difícil momento de la economía?
JD: Ante los hechos, lo peor es cruzarse de brazos. Por ello, la cita anual de Confecámaras, la denominamos ‘Desafíos para impulsar el crecimiento’, que pasa por remontar el choque que nos ha dejado la crisis de los commodities, impulsar una mayor eficiencia empresarial, ver la reconciliación como un buen negocio y atacar la ilegalidad en todas sus formas.
Tasas de interés
ENS: El Banco de la República ha bajado las tasas de interés, la reforma tributaria alivió los impuestos a las empresas y otros beneficios, ¿ha servido de algo?
JD: La baja en la inflación y de las tasas de interés, las tarifas de impuesto sobre las utilidades, la deducción plena del IVA a los bienes de capital, los nuevos beneficios tributarios para la hotelería y las empresas que se constituyan en las zonas más afectadas por el conflicto, Zomac, así como la exención al pago de renta por quince años para los productores de energía con fuentes renovables, son factores que generan esperanza para el segundo semestre. Con todo, falta un esfuerzo aun mayor con el fin de que se agilicen la ejecución en temas fundamentales, como las vías 4G, los planes de vivienda y las inversiones en las regiones más afectadas por el conflicto, y que se ejecuten con transparencia y eficiencia, y así irrigar a la economía de recursos que ‘empujen’ la industria, el empleo y el consumo.
ENS: La ministra de Comercio, Industria y Turismo, pidió al sector empresarial ser aliado en la recuperación del país y en el posconflicto, ¿cómo ve usted a la nueva funcionaria?
JD: No hay duda que será una gran aliada para continuar superando los cuellos de botella que afectan a los empresarios, como la lucha contra el contrabando, la informalidad y la ilegalidad; especializarse en sectores donde podemos marcar la diferencia en el mercado nacional y mundial; e introducir de manera consistente la innovación y nuevas tecnologías en las empresas.
Superar diferencias
ENS: Se ve en el país una polarización no solo política, ¿Cómo superarla?
JD: Se hace necesario pensar con mayor audacia para superar los obstáculos. No podemos ser simples espectadores de nuestro presente y, ser pasivos en la construcción de nuestro futuro. Nunca como ahora, el sector privado tiene la tarea de ser protagonista de los cambios que requiere Colombia. Pasamos por un momento trascendental en nuestra historia, en donde es necesario que desde todos los sectores hagamos un pacto para poner al país por encima de todo, de colores o gustos políticos, de corrientes de desarrollo disímiles o de intereses electorales o particulares.
ENS: Pero la economía se ha visto afectada por este fenómeno
JD: Preocupa que la confrontación también está afectando a la economía, en el sentido de que las decisiones de inversión y consumo se están retardando por cuenta de una percepción más mala del país de lo que efectivamente está ocurriendo. Sin duda, hay desaceleración y atravesamos dificultades en varios campos, si nos convertimos en propagadores del desastre, ese es el resultado que vamos a obtener.
Lucha contra la corrupción
ENS: En los últimos meses la corrupción ha sido la noticia más frecuente y destacada en los medios, ¿qué hacer, cómo combatirla?
JD: Ganarle la batalla a la corrupción es el más grande de los retos. Un mal enquistado en nuestra sociedad con efectos profundos en la confianza y la estabilidad de nuestras instituciones. Pero no debemos llamarnos a equívocos: Colombia ha superado por décadas desafíos profundos y este no le puede ni le va a quedar grande. Son mayoría los colombianos de bien, con profundos valores éticos, que se enfrentan a su tarea diaria con base en el respeto por las normas, que condenan la cultura del atajo y a quienes quieren surgir pública, social y económicamente a través de la ilegalidad.
ENS: Se viene el posconflicto, el Gobierno ha llamado al sector privado a vincularse a él, ¿cómo ve el sector privado esta propuesta?
JD: Es indispensable y urgente alinear las acciones para la implementación de las políticas de posconflicto con las agendas de las Comisiones Regionales de Competitividad. Para lo cual avanzamos en el desarrollo de una estrategia que dinamiza el rol de las Cámaras de Comercio en el posconflicto y promueve la reconciliación y la construcción de paz, a través de un proceso liderado por la Cámara de Comercio de Bogotá, y el apoyo de la Fundación Ideas para la Paz. El estudio evidenció cinco áreas de trabajo en las cuales las Cámaras de Comercio están listas: fortalecimiento empresarial, agendas de competitividad, participación ciudadana, métodos alternativos de solución de conflictos, y participación en alianzas públicos privadas y sociales.