Las hostilidades de los grupos armados ilegales a la Fuerza Pública como a la población civil es una causal de afectación del normal desarrollo de las elecciones en diferentes regiones del país, según ha quedado en evidencia en las últimas elecciones donde miles de personas no pudieron ejercer su derecho al voto por diferentes factores de violencia.
La situación para este año, completamente electoral y de mayor impacto a nivel regional, promete mejorar con la tregua unilateral de las Farc que se ha mantenido desde el 20 de diciembre.
Según un reciente informe presentado por las Naciones Unidas en Colombia, las Farc, hasta su declaratoria de cese el fuego eran el actor con mayor participación en las acciones bélicas con el 52%, asociado tanto a acciones unilaterales como a combates con la Fuerza Pública. Sin embargo, también existe participación de otros grupos armados ilegales como el Eln y las bandas criminales, 48%.
Según los Datos Electorales de la Misión de Observación Electoral son varios los factores críticos que ponen en riesgo el proceso electoral, lo cual definen como “amenazas que atentan contra la efectiva realización de elecciones libres, auténticas y transparentes, que impiden o dificultan el ejercicio del pleno derecho de participación política”. Algunos de estos son: Desplazamiento, violencia política, combates, presencia del Eln, Farc o Bacrim.
Para este año, la Misión se propuso priorizar la vigilancia en los municipios con presencia de grupos guerrilleros, puesto que es “necesario el registro y análisis de los hechos políticos y electorales que ocurran durante este proceso electoral en municipios que van a ser impactados directamente por los resultados del proceso de paz”.
Guerrilla y bandas criminales
Sobre la presencia del Eln en el territorio nacional, un informe de la Fundación Paz y Reconciliación indicó que esta guerrilla tiene presencia en 92 municipios y está agrupada en siete regiones del país.
En cuanto a las Farc, el seguimiento ha sido más minucioso debido al proceso de paz que se adelanta desde hace más de dos años en La Habana, Cuba. De acuerdo con el registro de Datos Electorales correspondientes a 2014, este grupo guerrillero tiene presencia en municipios de Caquetá, Guaviare, Putumayo, Meta, Nariño, Cauca, Huila, Valle del Cauca, Chocó, Cundinamarca, Casanare, Arauca, Norte de Santander, Antioquia, Córdoba, Bolívar y La Guajira.
En cuanto a las bandas criminales, estas representan un peligro en las elecciones de este año, ya que tienen fuerte presencia en Córdoba y Antioquia, así como en la zona de Chocó, Cauca, Valle del Cauca y Meta.
Desplazamiento
El desplazamiento es uno de los factores que la Misión ha identificado como un riesgo alto para el proceso electoral, además si se tiene en cuenta que desde que comenzaron los diálogos de La Habana, al menos 347 mil personas fueron forzadas a abandonar su lugar de origen como consecuencia del conflicto armado.
En 2014, los municipios que presentaron un riesgo alto por esta problemática, identificados por la Misión fueron: Medellín, Apartadó, Armenia, Briceño, El Bagre, Ituango, Sabaneta, Segovia, Tarazá, Toledo, Turbo, Vegachí y Zaragoza en Antioquia.
En Atlántico figura Barranquilla, mientras que en Caquetá la lista es más larga. Allí están Albania, Cartagena del Chairá, Curillo, La Montañita, Milán, Puerto Rico, San José de Fragua, San Vicente y Solita.
En Cauca, en rojo están Argelia, Buenos Aires, Caloto, El Tambo, Morales, Guapí, López de Micay, Miranda, Putumayo, Suárez, Timbiquí y Toribío. En Córdoba está Montería.
El departamento del Chocó, uno de los que está en riesgo por acción de varios grupos armados ilegales, registra rojo en sus municipios de Bagadó, El Carmen de Atrato, El Litoral de San Juan, Nuquí, Riosucio y Sipí.
En La Guajira solo está Riohacha, su capital, al igual que en Magdalena, donde el mayor riesgo se concentra en Santa Marta. En el Meta la problemática se extiende a San Juanito.
En Nariño, los municipios que presentan alto riesgo electoral por cuestiones de desplazamiento son: El Rosal, Leiva, Linares, Maguí, Francisco Pizarro, Policarpa, Ricaurte, Santacruz, San Andrés de Tumaco.
En Norte de Santander el problema se extiende por El Tarra, Hacalí, Ocaña, Sardinata. En Tolima ocurre en Coyaima. Y en Valle del Cauca en Cali, Buenaventura, Calima, Pradera.
Finalmente en Putumayo, los municipios con alto riesgo son Orito, Puerto Asís, Puerto Guzmán, Puerto Leguízamo y Valle del Guamuez. En Guaviare la situación se ubica en San José del Guaviare.
En lo relacionado con este tema, la Misión identificó que el año pasado se presentaron casos en Valle, Caquetá, Arauca, Cesar, entre otros más. La violencia política se traduce en violencia contra las autoridades públicas y mide también las amenazas, atentados, asesinatos y secuestros durante las jornadas electorales.