Una división con inusitadas consecuencias quedó planteada en la Dirección del Partido Verde después de que el exalcalde de Medellín, Alonso Salazar, rechazara ingresar a la colectividad como presidente vocero, luego de un proceso de acercamientos de varias semanas.
Salazar justificó su decisión porque la Dirección de la colectividad no ratificó parte de los acuerdos a los que había llegado con un grupo de compromisarios, varios de los cuales votaron en contra, dijo. Además tomó esa decisión después de que recibió un correo electrónico del Secretario General del Partido en que acusa a varios dirigentes de componendas.
Frente a estos hechos, ayer ocho miembros de la Dirección Nacional del Partido Verde, tras lamentar la decisión de Salazar porque “el Partido pierde una valiosa oportunidad para recomponer su gobernabilidad interna, recuperar su vigor como fuerza independiente y su capacidad de convocatoria, a otras fuerzas y liderazgos afines al cambio democrático”, convocaron a una Cumbre Verde que reúna a los principales líderes de todos los sectores inconformes del Partido el próximo jueves, “cumbre en la que acordaremos la ruta a seguir para hacer posible la fuerza política que soñamos, insistiendo en la necesidad de reencontrarnos en nuestro Partido Verde”.
La misiva está firmada por los senadores Jorge Londoño y John Sudarsky; los representantes Carlos Amaya y Ángela Robledo, el concejal de Bogotá, Antonio Sanguino; y los integrantes de la Dirección Nacional Eduardo Andrés Garzón, Sara Moreno y Fabio Medrano.