La Contralora General, Sandra Morelli Rico, consideró hoy que Colombia no muestra hoy día resultados satisfactorios en la lucha contra la corrupción, se ha perdido el impulso que se mostró al principio de la administración del Presidente Santos y se observa una especie de situación de parálisis o congelamiento en esta batalla.

“Aquí como país, como Estado, creo que ni siquiera hemos matado la culebra y nos asustamos con el cuero. O sea íbamos a matar la culebra y cuando ya la íbamos a matar nos paralizamos y entonces ese si es el peor de los mundos, porque le dijimos a la culebra: le tenemos pánico, no la vamos a tocar porque sino aquí no hay inversión extranjera, aquí nos vamos a poder hablar de confianza-país y aquí nos vamos a poder hablar de un régimen político estable”, se lamentó.

“Creo que si no volvemos a tomar el impulso que inicialmente parecíamos tener pues el próximo año vamos a estar como en el puesto 100, porque no hay 101”, dijo la Contralora en referencia al Índice de Percepción de Corrupción que hace anualmente la ONG Transparencia Internacional.

Reconoció luego que el país ha identificado las situaciones más complejas que la afectan en materia de corrupción y ha buscado avanzar “pero yo siento que nos quedamos realmente como cuando chiquitos jugábamos congelados, y entonces creo que debe haber una reacción tan fuerte como la que hubo al inicio de la administración Santos, hacer un balance si realmente hubo o no el compromiso suficiente para al menos dar por finiquitados los temas que se iniciaron y se activaron con ocasión de los primeros escándalos que conocimos”.

Mensajes equívocos

Según la Contralora General, el país continua en una situación de minusvalía, donde todavía tiene que mirar arrodillado y aceptar que un inversionista pueda actuar por fuera de las normas ambientales, o pueda eludir el pago de las regalías y sin embargo esa situación se tolere más allá del mandato constitucional, legal, o de las decisiones judiciales y las decisiones de los organismos de control.

“Esos son mensajes muy malos para un país que se está desarrollando”, acotó. La Contralora hablo en la instalación de un Conversatorio sobre Recuperación de Activos a Nivel Transnacional.

Consideró también que “damos mensajes equívocos con la poca eficiencia de nuestros organismos, incluyendo la Contraloría, sin perjuicio de reconocer que el ente de control a su cargo hace enormes esfuerzos para ser mucho más eficiente.

“El mundo hoy en día es instantáneo pero las decisiones llegan de manera no oportuna. Eso le pasa a los organismos de control, le pasa al poder judicial y eso también es una gabela que le estamos dando a las conductas desviadas, a las conductas no acordes con el imperativo de protección del interés público que realmente debemos tutelar y proteger”, señaló

“No podemos decir que tenemos los cuerpos de control fiscal, disciplinario o la Fiscalía más moderna y eficiente. La capacidad investigativa se fortalece pero es precaria”, sostuvo.

Consideró también que hay muchos mitos en la lucha contra la corrupción. Unos de ellos es señalar a Alcaldes y Gobernadores, a la clase política, a la guerrilla y a los paramilitares de robarse los recursos de las regalías, lo que es cierto, dijo, pero francamente debe decirse que también contaron con la coparticipación de algunos de “los empresarios financieros más refinados del país”.

No hay duda: recursos de la salud se desviaron

Afirmó también que el tema de la salud contribuye también a estos índices negativos en la percepción de la lucha contra la corrupción en Colombia.

“La Contraloría realmente no para de sorprenderse a medida que avanzan sus investigaciones y sus procesos de cómo se pretendió que toda la reglamentación, altos dignatarios del Estado, mesas de trabajo convocadas desde el Palacio de Nariño incluso, se sometieran a unas pautas jurídicas que no consultaban ni la Constitución ni la Ley ni las decisiones del Consejo de Estado ni de la Corte Constitucional”, indicó al respecto.

Dijo que se crearon como unos mitos sobre la naturaleza de estos recursos de tal manera que finalmente todos los aportantes al Sistema General de Seguridad Social en Colombia estuvieron al servicio de intereses de los administradores de estos recursos y solo si sobraban, o si la plata del recobro llegaba a tiempo, pues se iba a atender a quien tenía derecho.

“Todavía, y debo decirlo en público porque así lo hace el señor ministro de la Salud, él todavía tiene duda de que los recursos se desviaron. La verdad es que las autoridades no pueden dudar de qué es legal y qué es ilegal. Esa duda si no nos es permitida. Al juez no se le admite la ignorancia de la ley y al administrador público tampoco porque eso genera incluso responsabilidades personales”, dijo en tono enfático.

Una situación deprimente

Para la Contralora Sandra Morelli Rico, paradójicamente los mayores obstáculos que ha encontrado en su gestión de lucha contra la corrupción se encuentran al interior del mismo Estado, lo que consideró una situación muy deprimente.

“El levantamiento del velo corporativo es una categoría que para ciertos funcionarios no está vigente. Los tiempos de un proceso judicial en un Tribunal superan los dos años con toda tranquilidad y con toda la irregularidad sin que la corporación tenga un mínimo de probidad para con el ciudadano y considera que si se presenta una tutela en su contra, para que garantice el debido proceso,  eso es grosero”, afirmó al respecto, en referencia a la acción de tutela que interpuso contra el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, la Superintendencia de Sociedades, la Cancillería y la Fiscalía General de la Nación para lograr el efectivo resarcimiento del daño al patrimonio del Estado causado por las sociedades del Grupo Nule.