El trámite de la reforma a la salud a su paso por la Cámara de Representantes comenzó a oscurecerse, como se pronosticaba, por lo que el Gobierno Nacional dijo ayer que su aprobación total sería para el próximo año.

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, confirmó esta situación al expresar su preocupación por que sin la aprobación de la iniciativa, será mucho más complicado que se trasladen los recursos.

El jefe de la cartera ministerial anotó ayer a los medios que “si el Estado va a hacer ese rescate necesitamos unos instrumentos financieros que están en la reforma para hacerlo, pero también necesitamos hacer una cosa y es hacerlo con una garantía de no repetición”.

Sus comentarios hacen referencia al caso de la EPS Solsalud que tiene una mora de 400 mil millones de pesos, “yo busco al dueño y le decomiso sus bienes, dejo quebrar los hospitales, me cruzo de brazos. Eso no puedo hacerlo”.

Ley 100

En ese sentido, Gaviria indicó que pese a la situación, la Ley 100 tiene varios aspectos positivos, como que dicha iniciativa “fue el incremento de la cobertura, reconocido en encuestas por los usuarios. Con la Ley 100, la cobertura llegó al 95% de la población. Muchos dicen que se hizo una carnetización vacía, lo cual es falso”.

Trajo a colación el estudio realizado en 1993 cuando se detectó que el 30% de los consultados dijo no haber recibido atención. “La misma encuesta se hizo el año pasado, y sólo el 2% dijo no haber recibido atención”.

Por ello se hace necesario que se parta de las bases de la Ley 100 para adelantar cualquier reforma.

Justamente, el titular de la cartera sostuvo ayer que las controversias suscitadas por el proyecto no le dan paso a las propuestas constructivas, y el tema se centra en “una falta de madurez”.

En su opinión, dichos detractores “solo están buscando protagonismo para enarbolar banderas y decir: yo tumbé la Reforma a la Salud”.

Críticas

Sus comentarios se dieron ayer durante un foro sobre la Reforma a la Salud, que fue organizado por ANIF  y la Cámara  Farmacéutica de la ANDI, en donde hizo énfasis en que “a los críticos de la propuesta no les servía un sistema de salud centralizado pero tampoco les parece buena la opción de descentralizarlo con la reforma”, tal como lo publicó un reconocido portal de Internet.

“Es un avance significativo en la reforma, la propuesta de afianzar una institución que le permita a las empresas del sector afrontar las crisis financieras, ya que hay casi 1 billón de pesos en deudas del que no se sabe quién va a responder”, dijo.

También se refirió a los puntos álgidos de la iniciativa, que va para tercer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, al decir que “el primer punto es el papel de los intermediarios, es decir, las actuales EPS, tema que se suma a la polémica por la integración vertical. Esta integración está relacionada con el debate sobre si las EPS deben ser propietarias de hospitales de alto nivel”.

Le siguen los cupos de los especialistas y “el tercero es el relacionado con el plan de beneficios, que se ha juntado a un debate sobre restricción de la tutela en los accesos a la prestación de los servicios de salud”.

Cabe recordar que aún no se ha hecho oficial el listado de ponentes en la Comisión Séptima de la Cámara.