Ana María Díaz, egresada del Colegio Rochester, creó hace año y medio El Salmón Editores, un proyecto editorial de libros ilustrados que ya cuenta con tres publicaciones. Poco a poco se ha insertado en el enorme mercado de los libros con el propósito de aumentar los índices de lectura en niños, jóvenes y adultos. Su propuesta busca acercar al público a los clásicos de la literatura con un acompañamiento visual, es decir, por medio de ilustraciones modernas.
Además de los cuentos de Chejov, recopilación que hace parte de la colección Pez Globo y que desempolvará, en formato moderno, a otros cuatro clásicos de la literatura, Ana María publicó recientemente dos libros de su autoría, que hicieron presencia en la Feria del Libro: La Playa y Los Dinosaurios, de la colección Alevín.
De hecho, ya los llevó a la Feria del Libro de Lima, Perú. “Como editorial buscamos promover la lectura y, para hacerlo, ideamos el proyecto Siete Líneas. A través de éste donamos nuestras publicaciones a colegios e instituciones de bajos recursos y las trabajamos con los estudiantes por medio de talleres de creación literaria e ilustración”, afirma la joven.
Para apalancar y reforzar esta iniciativa, explica, la editorial ofrece un curso de redacción para empresas, en el cual se les brinda a los empleados las herramientas necesarias para que escriban de manera clara, efectiva y práctica. Los recursos que se obtengan a través de dicho entrenamiento se destinarán a la donación de los libros.
A la fecha, lo han llevado a cabo en Covinoc, una empresa de cobranzas, y en ACR, una empresa de ingeniería civil. Con ambas capacitaciones lograron hacer su primera donación de 25 libros a la Institución Educativa Fundación Pies Descalzos, en Cartagena.
Precisamente, este ‘modelo de negocio’ fue reconocido por la Universidad de los Andes e incorporado en un grupo de 15 emprendimientos que recibirán acompañamiento, por parte de expertos de la institución, a fin de hacerlos crecer y volverlos exitosos.
“Crear mi propia editorial era algo que tenía en mente desde que entré a la universidad. Este gusto por la escritura nació cuando estaba en el colegio y siento que la formación que recibí allí fue vital para lograr lo que quería”, dijo Ana María Díaz.