Se espera mayor depreciación del peso | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Septiembre de 2013

De acuerdo con la última encuesta de opinión financiera, EOF, de Fedesarrollo, alrededor de 65 por ciento de los administradores encuestados espera una depreciación del peso en el próximo semestre.

Durante la recolección de los datos de la EOF de agosto, la Tasa Representativa del Mercado, TRM, publicada por el Banco de la República se ubicó en una sola ocasión por encima de 1.900 pesos.

En cambio, en los últimos días se ha ubicado sistemáticamente por encima de ese nivel.

Relacionado con esto, los resultados más recientes de la consulta revelan que la porción de administradores que estima una depreciación del peso colombiano en los próximos seis meses pasó de 50 por ciento a 65 por ciento, mientras que 17,5 por ciento de los consultados espera una apreciación y el mismo porcentaje considera que se mantendrá igual.

Así, el balance sobre expectativas de depreciación se ubicó en niveles altamente favorables para los productores de bienes transables y en la medición de agosto se ubicó en 47,5 por ciento, el segundo registro más alto a lo largo de la historia de la EOF.

De otra parte, al comparar las respuestas de agosto de 2013 con las del mismo mes de 2012, se identifica una disminución significativa de la relevancia de la política monetaria interna (10 por ciento vs. 48,6 por ciento) y un ligero aumento en la relevancia del crecimiento económico y la política fiscal. Esta última se menciona por las necesidades de financiamiento a través de emisión de deuda del gobierno.

A lo largo de 2013, los bonos DTF han ocupado el primer escalafón en el índice de los administradores de portafolio. Se destaca que en agosto de este año los activos de renta fija en otras monedas pasaron de la segunda a la tercera posición, cediéndole el lugar a los bonos de deuda pública en moneda extranjera.

En relación con lo registrado en agosto de 2012 dichos activos incrementaron significativamente su posición en el portafolio. En cambio, los TES de largo plazo, que ocupaban el primer lugar un año atrás, pasaron a ocupar el último lugar. Por su parte, la preferencia por acciones y por los bonos IPC se ha equiparado con la de los TES de corto plazo.