Santos venció 3-2 al Atlético Paranaense este miércoles en el partido de ida de la llave brasileña de los octavos de final de la Copa Libertadores de América 2017, disputado en Curitiba.
En casa llena, el Parananese abrió el marcador en el minuto 6 con un tanto de Nikao, que aprovechó el pase del argentino 'Lucho' González para embocarla en el ángulo izquierdo. Vanderlei se estiró pero no alcanzó, para el delirio de la hinchada del 'Furacao'.
Embalado, el club 'rubro-negro' se lanzó en seguida a la búsqueda del segundo, ante un Santos con dificultades para subir desde el mediocampo.
El 'Peixe' logró meter miedo en el área en el minuto 16 con una entrada aérea de Kayke que Bruno Henrique no consiguió finalizar.
El empate no demoró en llegar. Jean Mota, en un contraataque a los 25, centralizó para Lucas Lima, Kayke recibió y la puso en lo alto de la esquina izquierda.
El juego se igualaba, no sólo en el marcador, sino también en el gramado con un Santos que comenzaba a meter más presión.
El 'Furacao' no menguó, y amenazó una y otra vez en los últimos diez minutos del primer tiempo. Una de las entradas más claras fue la de 'Lucho' González, en el 44, que la colocó con fuerza en el travesaño izquierdo.
El complemento inició sin cambios y con un Santos más decidido a complicar al Atlético.
Tras varias entradas, el 'Peixe' logró aumentar la diferencia. Victor Ferraz, en el 56, remató fuera del área pero el golero Weverton cometió un blooper al detener la pelota, se le escapó de su dominio y sobre la raya Bruno Henrique apenas tuvo que empujarla para el 2-1.
La reacción del técnico Eduardo Baptista fue inmediata, registrando dos cambios en la formación del Atlético. La barra del 'rubro-negro' dejó sentir su rechazo por la salida de 'Lucho' González, una de las figuras en el primer tiempo.
Santos aumentó el control y Kayke capitalizó el tercer tanto con un toque en el área, enfureciendo a los seguidores del Atlético que comenzaron a insultar al técnico Eduardo Baptista.
Con la presión de vencer en casa, los locales lograron disminuir la diferencia en el 71, gracias a un fuerte remate de Éderson que Vanderlei apenas lo vio pasar.
El juego se disputó en la Vila Capanema, estadio usado en la Copa del Mundo de 1950, debido a que el Atlético cedió la Arena de Baixada para la final de la Liga Mundial de voleibol, del 4 al 8 de julio.
La decisión generó polémica ya que con capacidad reducida a poco menos de la mitad, el club local estimaba que por lo menos 7.000 seguidores se quedarían sin chance de ver el juego desde las gradas.
El pase a los cuartos de final se definirá el 10 de agosto en el estadio Vila Belmiro, en Santos.