Las sanciones del papa Francisco a dos arzobispos eslovenos tras un enorme escándalo financiero hacen de Eslovenia "un ejemplo", dijo el más alto dignitario de la Iglesia católica de Eslovenia, el cardenal Franc Rode, citado por el diario esloveno Delo.
El arzobispo de Liubliana, Anton Stres, y el de Maribor, Marjan Turnsek, presentaron el 31 de julio su renuncia al Vaticano a petición del papa luego de realizar inversiones azarosas y poco transparentes que condujeron a la diócesis de Maribor a una bancarrota espectacular, con pérdidas calculadas en 800 millones de euros.
"Al comienzo de su pontificado", el Papa Francisco "quería tal vez utilizar Eslovenia para dar un ejemplo a toda la Iglesia y mostrar que no habría compromisos con los problemas financieros y otros", indicó Delo, citando al cardenal Franc Rode.
"Una línea más dura" hacia el clero en caso de error se observa ahora en el Vaticano, según el cardenal Rode, quien rechazó comentar las críticas formuladas en especial por el obispo de Novo Mesto, Andrej Glavan, para quien la decisión del Papa fue excesiva.
Monseñor Andrej Glavan, nombrado administrador apostólico del arzobispado de Liubliana, había declarado la semana pasada que las responsabilidades en ese escándalo "cayeron injustamente" sobre ambos arzobispos.