Su preocupación porque la oferta de la salud pública en materia de cuidados paliativos es apenas del 10%, mostró el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado.
“La iniciativa privada representa más del 90% de la oferta de estos servicios”, aseguró el Jefe del Ministerio Público.
Además, dijo que en consideración a que no se efectuó la reglamentación de la Ley de Cuidados Paliativos expedida el 8 de septiembre de 2014, cuyo plazo venció el 9 de marzo de 2015, la Procuraduría interpuso una acción de cumplimiento, a partir de la cual el Consejo de Estado advirtió que los derechos de cuidados paliativos requieren una regulación especial y específica.
Señaló el Procurador que en el ranquin mundial de cuidados paliativos 2015, Colombia está de 68 entre 80 países analizados, lo cual significa que hace falta una verdadera política pública para que no sea tan baja la provisión de la oferta de estos servicios, lograr mayor disponibilidad de medicamentos para aliviar el dolor, tener más especialistas, hacer estudios de costo - beneficio, adelantar mayor promoción y prevención, evitar las barreras de acceso y tomar conciencia que lo civilizado es dar cuidados paliativos, no terminar con la vida de una persona.
En este sentido dijo que la vida y la dignidad humana se encuentran catalogados normativa y jurisprudencialmente como derechos fundamentales y, en virtud de ello, es deber del Estado protegerlos sin entrar en consideraciones sobre el grado de vitalidad o de salud de la persona. “Valorar la vida de las personas a partir de su situación externa, condiciones físicas o vulnerabilidad, en lugar de hacerlo por su dignidad inherente e inviolable, resultaría contrario a la protección debida de los derechos humanos”, advirtió, al tiempo que aseguró que resulta imposible sostener que respecto al derecho fundamental a la salud exista la posibilidad de un deber correlativo de practicar la eutanasia o interrumpir la vida. “Los médicos, enfermeras, psicólogos, entre otras disciplinas, han sido preparados y entrenados para salvar vidas, no para darles término”, señaló.