Según el electo jefe del Ministerio Público, si el país le ganó la partida a los violentos, también puede hacerlo con la corrupción. Insiste en que en su gestión no usará espejos retrovisores pero admite que en algunos sectores sí había un malestar con el rol de la Procuraduría.
EL NUEVO SIGLO:- ¿Es consciente de que la opinión pública tiene la percepción de que la Procuraduría en la etapa de Ordóñez se politizó en contra del proceso de paz?
FERNANDO CARRILLO:- Se percibía en algunos sectores de la opinión pública un malestar con el rol de la Procuraduría. No voy a usar espejos retrovisores. El rol de la Procuraduría está claramente definido en la Constitución del 91 y es el de garantizar los derechos de todos, absolutamente todos los colombianos: afrocolombianos, mujeres, miembros de la comunidad LGBTI, víctimas, entre otros. La búsqueda de la paz es una aspiración histórica que está contemplada en la Carta del 91 que yo ayudé a redactar.
ENS:- ¿Recalcar, como lo hizo Usted ante la plenaria del Senado, que en su Procuraduría no habrá persecución política ni será vocera de radicalismos, es aceptar que en la era de Ordóñez sí se incurrió en esas actitudes?
FC:- El mayor reto que tenemos es recuperar la confianza en la Procuraduría. Nuestro compromiso es hacer una Procuraduría cuya brújula sea la garantía efectiva de los derechos, que se convierta en un estandarte contra la corrupción sin dejarse tentar por otras distracciones, que sea una vocera del pluralismo y la cohesión política. Esa es mi única aspiración y el proyecto que espero construir de la mano de la ciudadanía.
ENS:- ¿La jurisdicción ordinaria necesita de ajustes pequeños o de una reingeniería? ¿Debe hacerse por un proyecto independiente o dentro de una gran reforma a la justicia?
FC:- Si hay un paciente que esté sobrediagnosticado en nuestro país, es la justicia. En muchas partes del territorio, los jueces fueron reemplazados por el imperio de la criminalidad y precisamente, una justicia oportuna y eficiente es uno de los retos principales del posconflicto. Más que un modelo u otro, debemos comprometernos a hacer un gran pacto por la justicia. Un pacto que involucre a las facultades de Derecho, a las ramas del poder público, a los operadores de justicia en las regiones.
ENS:- Mockus dice que a muchos colombianos les gusta la cultura del atajo frente a la cultura de la legalidad ¿Qué opina?
FC:- El profesor Malcolm Deas de la Universidad de Oxford, sostenía que a medida de que en Colombia han surgido oportunidades y nuevas tentaciones, la cultura de la ilegalidad se ha puesto de moda. Evidentemente el enriquecimiento de una porción del territorio por actividades licitas o ilícitas, la presencia de los carteles de la droga así como la cultura del dinero fácil, nos llevó a saltar de la ética a la bancarrota de la ética. Sólo con una cultura de la legalidad podremos ennoblecer la calidad de la política y la justicia. Los valores éticos son en gran medida la columna vertebral de la democracia como sistema político.
Reformas puntuales
ENS:- ¿Debe reformarse el régimen de consulta previa a minorías étnicas e indígenas para agilizar proyectos productivos?
FC:- La consulta previa ha cumplido su función de proteger a las minorías étnicas y a las poblaciones excluidas. Cuando estuve en el Ministerio del Interior, implementamos una serie de medidas participativas que buscaban construir un mecanismo más eficiente. Una consulta previa de abajo hacia arriba que fuera producto del consenso de las organizaciones y consejos comunitarios y que no cayera en la tentación de aplicar fórmulas mágicas desde Bogotá. Creo que en estos años ha habido avances significativos.
ENS:- Planeación Nacional acaba de denunciar que hay 1,8 billones de pesos en vilo por contratos financiados con regalías ¿Cómo explicar que con todos los controles y reformas, blindar estos recursos todavía sea imposible?
FC:- Junto con los otros órganos de control debemos hacer un frente común para la lucha contra la corrupción. Mi compromiso es garantizar las necesidades básicas de las poblaciones más vulnerables de Cartagena de Indias pero también de Cartagena del Chaira. Avanzar hacia una Colombia de la inclusión es dar un paso hacia la igualdad y la justicia social. Por eso, he decidido establecer una comisión integrada por expertos en lucha contra la corrupción que nos ayude a formular recomendaciones para que desde el día de mi posesión empecemos una cruzada interinstitucional. Si Colombia le ganó la partida a los violentos, también le podemos ganar la partida a la corrupción.
ENS:- Su antecesor cifraba en $20 billones la cifra que mueve la corrupción al año en Colombia ¿Es de esa dimensión el fenómeno?
FC:- Hay diferentes cálculos sobre el costo de la corrupción. Sean 20, 25 o un billón, debemos enfocarnos en cerrar esa llave que desangra la posibilidad de superar la pobreza extrema. No se trata solo de sancionar. La lucha contra la corrupción significa también apelar a métodos novedosos así como aplicar una alta dosis de ética pública. La bancarrota de la ética y la cultura del atajo no pueden continuar siendo el titular diario de los periódicos.
Independencia
ENS:- El actual Fiscal General fue ministro de la Presidencia de este gobierno. El Defensor del Pueblo fue secretario general del partido de gobierno. Y Usted, ahora Procurador, fue ministro y embajador de este gobierno ¿Se puede hablar de independencia y autonomía de los entes de control frente al gobierno?
FC:- La independencia no está condicionada por los cargos públicos que uno haya tenido sino de las acciones visibles que desde ellos se hayan liderado. El haber recibido el respaldo unánime de 92 de los 95 senadores es una muestra contundente de que esta candidatura era una de la independencia, la cohesión, el respeto a la ley y la ecuanimidad. Mi objetivo es unir y no dividir. Y no hay mejor garantía que hacer de la Procuraduría un ente abierto, participativo, aliado de la ciudadanía.
ENS:- ¿Revisará Usted algunos de los conceptos, impugnaciones de fallos o petición de aclaración de los mismos que hizo Ordóñez ante la Corte Constitucional en temas como aborto, matrimonio igualitario, adopción gay…?
FC:- Prefiero referirme a ello a partir de mi posesión para no incurrir en potenciales inhabilidades. Mi único deber, sin embargo, es hacer cumplir la Carta del 91. Una Carta que nació del pluralismo democrático y que plasmó en sus páginas un espíritu liberal, garantista, respetuoso de la diversidad. Las constituciones son en gran medida el reflejo de una sociedad. Creo que el país debe seguir dando debates complejos como los que usted menciona para avanzar hacia la modernidad.
ENS:- ¿Cómo acabar con la tutelitis, sobre todo en salud? ¿Hay que reformar este recurso de amparo?
FC:- La tutelitis en el sistema de salud es solo un mecanismo de defensa de los usuarios frente a un monstruo inoperante. Esta será la Procuraduría de la gente. Por eso, lo primero que se requiere es acabar con esas distorsiones y sanear el sistema de salud para que las personas no se vean obligadas a exigir por vía tutela lo que deberían obtener por simples trámites administrativos. Evidentemente es nuestra responsabilidad vigilar la responsabilidad de quienes toman las decisiones manejando recursos públicos y aportar en la generación de correctivos. Debemos sancionar a los responsables de los errores que se hayan cometido, pero existe un objetivo fundamental, que es la restauración de los derechos de los usuarios.