por Lissy DE ABREU
La montañosa ruta que "enganchó" al colombiano Nairo Quintana al ciclismo hace diez años le llevaba de su casa a la escuela: unos 15 kilómetros que estos días volvió a recorrer ene veces al entrenar para el Tour de Francia-2015, que aspira ganar.
Al contrario de sus contendores, concentrados en Europa, el "escarabajo" del equipo español Movistar enfocó su preparación en las montañas de Boyacá, la fría región campesina del centro de Colombia donde nació y montó su primera bicicleta.
Allí contó con el calor de su familia, que el ciclista de 25 años asegura le "da fuerzas" para afrontar nuevos retos, y con el cariño de amigos y excolaboradores, que esperan sea el primer colombiano en ganar la 'Grande Boucle', en la que terminó segundo en 2013.
Tras verle pedalear por la localidad de Arcabuco, donde queda la vieja escuela de Quintana, Rusbel Achaguas, su primer entrenador, recuerda que "a Nairo se le veía desde un comienzo su buena subida, su escalada o, como decimos aquí en Colombia, que era un 'escarabajo'".
"Era muy apasionado, porque se venía muy temprano y prefería seguir derecho hasta Moniquirá (una población más lejana) y regresar, (...) aunque a veces llegaba un poco tarde al colegio", cuenta Achaguas a la AFP sobre los primeros entrenamientos de Quintana por las intrincadas carreteras, en las que hoy es vitoreado.
"Nairooooo", grita un motociclista que le reconoce mientras hace un recorrido de seis horas entre la ciudad de Tunja, donde vive cuando está en Colombia, y la pequeña localidad de Vélez. El menudo ciclista, 1,67 cm de estatura y 59 kilos, le responde con un silbido.
Las victorias de Nairo "han sido motivo de felicidad para nosotros, para sus hermanos, para su familia, pero también para el departamento de Boyacá y para toda Colombia", dice Luis Quintana, padre del escalador.
La casa donde creció el ciclista es punto obligado de paso en algunos de sus entrenamientos. Situada en plena carretera hacia Tunja, tiene afiches con la foto de Quintana y banderas de Colombia. La orgullosa familia ha estado siempre dedicada al campo y a la venta de víveres.
- La primera bici -
"Su primera bicicleta se le compró, pero no con uso de deporte, ni entrenamiento (...) se le compró como medio de transporte. Hasta ese momento no le había nacido nada por el ciclismo, pero al poco tiempo hubo alguien que dijo que tenía cara de ciclista, que iba a ser muy buen ciclista", recuerda su padre.
Para entonces Nairo tenía 15 años. La bicicleta "era de segunda, pero estaba bien, era bonita, y con esa comencé a ir al colegio (...) y ya me fui enganchando", cuenta el ciclista.
La cicla para competir vino después, cuando ya ganaba en la carretera -con sus cuadernos encima- a muchachos que sí llevaban la indumentaria apropiada.
De su escuela en Arcabuco, el Colegio Técnico Alejandro de Humboldt, Nairo recuerda el temor del director a que él o sus compañeros tuvieran un accidente en la vía, estrecha y transitada por muchos camiones.
"Se enfadaba porque nos veía ir bastante rápido en las bajadas (...) y nos quería quitar la bici porque le daba miedo", relata.
Los recuerdos que guardan de él sus antiguos maestros también están muy ligados al ciclismo o a actividades culturales, como danza o teatro, en las que participaba con más ímpetu que en clase.
"Era más bien calladito. Tocaba ayudarle, colaborarle con la expresión: hable mijo, diga, reclame (...) era tímido pero más bien muy respetuoso", dice su antigua profesora de Lengua, Flor Mireya Vargas, una de tantas maestras que además le curaron los raspones cuando se caía de la bicicleta.
Los alumnos de su antigua escuela, como ocurrió cuando quedó segundo en el Tour de Francia-2013 o cuando ganó el Giro de Italia-2014, tendrán permiso para seguir la 'Grande Boucle', que se correrá del 4 al 26 de julio.
Su primer entrenador, el aficionado Achaguas, confía en verlo triunfar, porque asegura que Boyacá -con sus más de 2.000 metros de altura- es cuna de grandes ciclistas. "Tiene todas las posiblidades, tiene un buen equipo, y veo que este año va a ser su gran Tour", exclama/AFP.