En la madrugada del sábado, 10 zonas de Bogotá ubicadas en las localidades de Chapinero, Kennedy, Suba, Teusaquillo, Antonio Nariño y Ciudad Bolívar volvieron a vivir una rumba hasta las 5 de la mañana.
Durante toda la jornada, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) realizó monitoreos de ruido ambiental, es decir afuera de los 250 establecimientos comerciales ubicados en estas zonas, que incluye el ruido de los vehículos y de los transeúntes.
La SDA realizó mediciones antes y después de las 3 de la mañana, con el fin de establecer si entrada la rumba extendida se disparaban los decibeles. El resultado fue totalmente opuesto, ya que de las 10 zonas monitoreadas, sólo en uno de los sectores de Suba se incrementó el ruido.
El lunar de la jornada fue el tercer sector de Suba (carrera 107 con calle 143 y Avenida Suba). Mientras antes de las 3 a.m. los decibeles oscilaron entre 73,4 y 80,7, con la rumba extendida estuvieron entre 74,8 y 80,9.
Según la SDA, este incremento se debe a que la mayoría de establecimientos permanecieron abiertos hasta la madrugada, y al aumento de la afluencia de personas en las aceras y a la cantidad de vehículos.
Del total de 205 establecimientos identificados por la SDA en estas 10 zonas, la gran mayoría están en Chapinero (67), Teusaquillo (33) y Kennedy (33).
Durante esta jornada, al conmutador de la Secretaría de Ambiente llegaron 25 quejas por ruido, pero sólo 2 pertenecientes a las zonas piloto y la afectación se dio en el horario de rumba normal.
“Las mediciones de ruido ambiental se encuentran muy por encima de las emisiones permitidas por la normatividad colombiana, que para horario nocturno en zonas comerciales es de 55 decibeles y en zonas residenciales de 50. Es importante aclarar que el ruido ambiental es la sumatoria de las fuentes del punto de medición, lo que implica que se encuentra incluido el ruido de diversas fuentes como el vehicular y el aporte de los transeúntes”, apuntó Susana Muhamad, Secretaria Distrital de Ambiente.
Además, Muhamad aseguró que se están estableciendo las condiciones que deben cumplir los establecimientos presentes en estas zonas para que sean beneficiados con la medida de extensión de horario. Estos criterios obedecen al buen uso del espacio público, eliminación de terrazas y/o espacios abiertos, insonorización, con el fin de darle cumplimiento a la normatividad ambiental vigente.
Zona por zona
La zona 1 de Chapinero (calles 92 y 94 y carreras 11 y 15), reportó entre 61,1 y 70,8 decibeles antes de la rumba extendida. Debido a que los establecimientos en las carreras 14 y 11 y calles 94 y 94A cerraron después de las 3 a.m., la SDA solo monitoreó en el punto de la carrera 13 con calle 93, donde se registraron 59,8 decibeles, cifra inferior a los 70,8 registrados en la noche en este punto.
En el segundo sector de Chapinero (calles 92 y 84 con carreras 11 y 14), los decibeles antes de las 3 a.m. oscilaron entre 63,3 y 75,9; después de esta hora el pico fue de 75,6 decibeles. Según la SDA, esta zona se ve afectada por el ruido de los taxis y de los transeúntes del sector.
En el tercer sector de Chapinero (calles 57 y 61 entre carrera 7º y Avenida Caracas), el ruido antes de las 3 estuvo entre 69,4 y 78,5 decibeles, y luego entre 67,8 y 78,6. Después de las 4 de la mañana, cuando disminuyó la cantidad de taxis y vehículos, el ruido cayó en un 6,2 por ciento.
Capacitación
Durante 5 días, la Secretaría Distrital de Gobierno, en compañía del Idiger, Idartes, Asobares y Conacústica, promoverá cursos de capacitación en manejo del ruido, normatividad y control de aglomeraciones y contingencias, para las personas vinculadas a los establecimientos que hacen parte de las zonas de rumba extendida.
Profesionalizar la rumba y acreditar la industria de la diversión nocturna en la ciudad es un propósito de la Bogotá Humana para bienestar de sus habitantes.
Según el presidente de Asobares, Camilo Ospina, “esta iniciativa, que involucra a cerca de 2.000 empleados de 600 locales vinculados a la actividad nocturna como los propietarios, administradores y miembros del staff; surgió al interior de la organización y ante las exigencias de la administración distrital, para consolidar una industria nocturna segura, en sana convivencia y que minimice el impacto hacia otras comunidades”.
De acuerdo con el cronograma establecido, Idiger dictará capacitación en temas de normatividad y control de aglomeraciones. Idartes, a través del programa “Arte y Conexión”, promoverá un mayor tráfico y circulación de artistas durante la actividad nocturna en la ciudad. Conacústica hará lo propio en temas técnicos como insonorización, frecuencias bajas, nivel de decibeles.