Ford confirmó que mantendrá en Kentucky una fábrica de su modelo Lincoln en vez de trasladarla a México, una decisión que el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump consideró una victoria personal.
"Acabo de tener una llamada de mi amigo Bill Ford, presidente de Ford, que me informó que mantendrá la planta de Lincoln en Kentucky. No (en) México", dijo Trump el jueves en Twitter.
"Con Bill Ford trabajamos duro para mantener la planta de Lincoln en Kentucky. Yo se lo debía al gran Estado de Kentucky por su confianza en mí!", añadió.
Los comentarios de Trump causaron algo de sorpresa por cuanto Ford no había anunciado públicamente su decisión de trasladar esa fábrica.
Y esta semana, Ford confirmó que seguirá con su plan de trasladar a México la fabricación del modelo Focus que se realiza actualmente en Michigan, un estado que Trump ganó ajustadamente.
Empero bajo el acuerdo alcanzado el año pasado con el poderoso sindicato de trabajadores de la industria automotriz, Ford planeó trasladar la producción del Lincoln MKC a fin de tener espacio para ensamblar en Estados Unidos su modelo Escape. La planta de Ford en Louisville produce el Lincoln MKC y el Ford Escape; dos vehículos utilitarios.
Uno de los temas clave de la campaña de Trump a la Casa Blanca fue devolver a Estados Unidos empleos industriales perdidos por deslocalizaciones al exterior debido a la búsqueda mano de obra más barata. Ford y Apple fueron los blancos favoritos del líder republicano.
Trump amenazó incluso con aplicar tarifas de hasta 35% a la importación de autos fabricados en México y renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte al que adhieren ambos países y Cánada desde 1994.
Su retórica parece haber dado resultado pues Trump ganó en estados como Michigan y Wisconsin, tradicionales feudos demócratas y en los que la industria automotriz tiene peso.
Sobre su decisión de mantener en Kentucky la fabricación de uno de los modelos Lincoln, Ford comentó: "Estamos estimulados porque el presidente electo Trump y el nuevo Congreso emprenderán políticas que mejorarán la competitividad estadounidense y harán posible la producción de este vehículo aquí, en Estados Unidos".
La compañía defendió su historial y dijo que emplea más trabajadores estadounidenses y produce más autos que ninguna otra compañía. También recordó que en los últimos cinco años invirtió más de 12.000 millones de dólares en plantas estadounidenses y creó unos 28.000 puestos de trabajo.
"Seguimos comprometidos con el equipo del presidente electo Trump -y el nuevo Congreso- mientras diseñan la agenda política de 2017. Hemos compartido nuestro compromiso de seguir invirtiendo en Estados Unidos y crear empleos estadounidenses", dijo Ford.