Revaluación del peso aumentaría a corto plazo | El Nuevo Siglo
Martes, 31 de Julio de 2012

La decisión del Banco de la República de no adoptar medidas en materia cambiaria, podría determinar un incremento de la tasa de cambio y por consiguiente de la revaluación del peso.

Esta es la percepción que tienen los mercados, que hoy se inclinan por la señal que se envía a los inversionistas sobre un incremento en la percepción de riesgos sobre la actividad económica.

El director de Investigaciones Económicas de Correval Daniel Velandia dice que “podría traer consigo un incremento de la percepción de riesgo por parte de los inversionistas. Ahora bien, un crecimiento de la economía del 4 por ciento para el 2012 continuaría siendo alto en términos relativos bajo el escenario global actual, por lo que aún consideramos que la probabilidad de una mayor compra de dólares en el futuro sigue siendo relativamente alta”.

Estiman los investigadores que “el debate público sobre la necesidad (o no) de una intervención más agresiva por parte del Banco de la República en el mercado cambiario seguramente continuará en el corto plazo, más aún considerando la desaceleración reciente de la actividad productiva según varios indicadores (producción industrial, ventas minoristas, producción de petróleo y licencias de construcción), así como la incertidumbre sobre el desarrollo de la crisis de países desarrollados y su potencial impacto sobre la economía colombiana”.

Sin embargo, consideran que la posición del Emisor ha sido exitosa en imponer un piso a la tasa de cambio en niveles hacia 1.750 pesos, pero que actualmente las condiciones están dadas para una mayor intervención en el mercado de divisas.

En general, el peso colombiano se ha mantenido relativamente fuerte en medio de la turbulencia internacional, sostenido particularmente por unos flujos de Inversión Extranjera Directa que no han moderado su ritmo de crecimiento (al cierre de junio crecen a 26.2 por ciento anual, 9,329 millones de dólares), lo que, sumado a factores como monetizaciones para el pago de impuestos y una balanza de bienes superavitaria (a mayo el superávit asciende a 3.027 millones de dólares) ha generado una disponibilidad de caja en dólares históricamente alta.

“Esto abre la posibilidad de renovadas presiones a la baja sobre la tasa de cambio en un futuro, de producirse una reducción en la incertidumbre y la volatilidad en los mercados internacionales. En este sentido, al 13 de julio la posición propia de contado alcanzó 2.542 millones de dólares, lo que sugeriría riesgos bajistas sobre el precio de la divisa si la condición de la economía global y así, la confianza, no se deterioran aún más desde el punto actual”, aseguran los analistas.

Y agregan que “como mecanismo de prevención de una potencial reanudación de la tendencia bajista de la tasa de cambio si las condiciones mejoran al menos marginalmente en los mercados externos y, con ello, evitar presiones adicionales sobre los sectores transables de la economía (ex – minero-petrolero), el Emisor podría incrementar las compras de reservas internacionales de tal manera que la posición de caja en dólares de los bancos sea vea reducida a un ritmo mayor en los próximos meses”.

Cabe recordar que la autoridad monetaria cuenta con las herramientas necesarias para esterilizar la liquidez provista al mercado a través de un eventual incremento en las compras diarias de dólares de resultar necesario, a saber TES de control monetario o títulos propios emitidos por el Banco de la República.

En este sentido, un punto de discusión también ha sido el impacto que este tipo de intervención trae consigo sobre el balance del banco central. A este respecto, cabe recordar que el presidente Juan Manuel Santos hace algunas semanas afirmó que el Gobierno estaría dispuesto a asumir las pérdidas asociadas a la intervención por parte del Banco central a través del Presupuesto Nacional.