El consorcio internacional encargado de la ampliación del Canal de Panamá aseguró que el conflicto con el gobierno panameño por su reclamo de un pago multimillonario por sobrecostos llegó a "un punto crítico", pero que está "abierto al diálogo".
"La situación advertida ha llegado a un punto crítico, pero a pesar de eso seguimos abiertos al diálogo", afirmó en rueda de prensa el coordinador de la directiva del consorcio, Paolo Moder, en las oficinas de Grupo Unidos por el Canal (GUPC) en Ciudad de Panamá.
El 30 de diciembre pasado, GUPC envió una misiva a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en la que le da un plazo de 21 días para resolver su reclamo de 1.600 millones de dólares en supuestos sobrecostos que el consorcio atribuye a la ACP.
Moder, de origen italiano, reiteró que "la obra se suspenderá" si cumplido el plazo no se llega a un acuerdo con la ACP, pero aclaró, sin mayor comentario, que "esto no quiere decir que no se terminará la construcción" del tercer juego de esclusas.
"Recurriremos a todas las instancias judiciales para hacer valer nuestros derechos e iremos a todos los países donde tengamos que ir" a dirimir esta disputa, agregó Moder.
El GUPC, que construye el tercer juego de esclusas del Canal, es integrado por la española Sacyr -socio mayoritario-; Impregilo, de Italia; Jan de Nul de Bélgica; y la panameña Constructora Urbana (Cusa).
Las obras de ampliación del Canal, que cuestan 5.200 millones dólares, 3.200 millones de los cuales para GUPC, tienen un avance del 70% y llevan un retraso de nueve meses, por lo que se prevé concluyan en junio de 2015 y no en 2014 como se esperaba, para el centenario de la vía.
José Peláez, jefe de proyecto de la construcción del tercer juego de esclusas en el sector Atlántico, explicó que los problemas que originan los sobrecostos surgen por la geología del terreno donde se adelanta la obra.
Además, señaló, porque la roca que se excavó en el área no era buena para la mezcla del concreto que sería utilizado, según dijo contrario a lo que planteó la ACP en los estudios que entregó a GUPC.
Apenas iniciado la construcción del juego de esclusas en agosto 2009 surgió la primera diferencia cuando la ACP rechazó la mezcla del concreto que presentó GUPC. La ACP dijo que era de baja calidad.
Peláez sostuvo que debido a esta situación hubo que buscar el tipo de roca apta en canteras lejanas para la mezcla del concreto, lo que, según él, incrementó los sobrecostos y retrasó la obra. "De ahí nacen los sobrecostos", apuntó.
Por eso la ACP "es responsable por contrato de las condiciones físicas no previsibles en dichas áreas y por la información geotécnica dada al contratista", puntualizó GUPC en un comunicado que entregó en la conferencia.
"No hemos presionado a la ACP ni tampoco queremos salir del contrato, la ACP se ha negado al diálogo", añadió Peláez.
En un comunicado, la ACP indicó que "ante cualquier teoría o hipótesis que elabore GUPC sobre las condiciones del contrato", se le recuerda al contratista que "está en plena libertad de presentar los reclamos que considere necesarios", en las instancias de resolución de conflictos que establece el acuerdo.
"Todos los interesados en el proyecto, incluido GUPC, tuvieron un amplio período de 14 meses antes de someter sus propuestas para estudiar con detenimiento los componentes de la obra, de manera que pudieran presentar una propuesta sólida", le recordó la ACP a GUPC.
Ante la crisis, la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, viajó a Panamá para reunirse con el gobernante Ricardo Martinelli hoy en la Presidencia./AFP