El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó el lunes a los países de Latinoamérica a afianzar los márgenes de maniobra fiscal y avanzar en reformas estructurales para aumentar la productividad y el crecimiento potencial, en un informe regional presentado en Montevideo.
En el reporte "Perspectivas económicas: Las Américas", el organismo indicó que los países de Latinoamérica deben aprovechar las favorables condiciones económicas actuales para construir una base sólida para un crecimiento sostenido futuro.
Según las proyecciones del organismo, el crecimiento de América Latina y el Caribe repuntará de 3% en 2012 a 3,4% en 2013, respaldado por una demanda externa más fuerte, condiciones de financiamiento favorables y los efectos de las políticas económicas más laxas aplicadas anteriormente en algunos países de la región.
El FMI sostiene que los riesgos externos para las perspectivas a corto plazo se han atenuado pero advierte que en Estados Unidos el crecimiento se verá afectado hacia fines de 2013, lo que "tendría un impacto negativo en la región, particularmente en México y América Central, que son los más vinculados a Estados Unidos a través del comercio y las remesas".
Aunque los riesgos a mediano plazo se muestran "a la baja", "la región se vería particularmente afectada si una desaceleración económica abrupta en China u otras economías importantes desencadenara una caída de los precios de las materias primas", explicó.
Para el FMI, las prioridades de política económica deben incluir afianzar los márgenes de maniobra fiscal, mejorar los marcos de política y avanzar en reformas estructurales para aumentar la productividad y el crecimiento potencial.
La región debe "retomar el proceso de consolidación fiscal que se vio en América Latina antes de la crisis de 2008-2009", explicó en la presentación del informe Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Según el informe, sería necesario aplicar gradualmente una política fiscal más restrictiva para reducir los desequilibrios fiscales y externos y asegurar la sostenibilidad de la deuda.
Werner advirtió que en "el crecimiento de ingresos que tuvo América Latina por el incremento en términos de intercambio (en la última década) ya no se va a repetir".
Explicó además que el crecimiento de los últimos años estuvo muy sustentado por un uso más intensivo de los factores de producción por lo que ahora, con niveles de desempleo mucho más bajos, "el crecimiento futuro se va a tener que sustentar mas en el crecimiento de la productividad y por lo tanto en reformas estructurales".
A mediano plazo, también está el riesgo de una eventual subida de las tasas de interés internacionales, que "va a generar incrementos en los costos financieros en la región".
De todas formas, "hoy no vemos niveles de déficit de cuenta corriente que sean preocupantes", si bien hay que controlar la tendencia "para no estar en niveles muy exagerados en el futuro".
Según el FMI, para países como Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, las prioridades deberían ser fortalecer las finanzas públicas y proteger la estabilidad del sector financiero.
En cambio, Bolivia, Ecuador y Venezuela se beneficiarían con el ahorro de una proporción mucho mayor de los ingresos derivados de las exportaciones de materias primas.
Políticas argentinas e ineficiencia
En relación a Argentina, a la que el Fondo aplicó una inédita censura en febrero llamándola a reformar sus estadísticas sobre la inflación, Werner indicó que están "monitoreando los avances" en la creación de un nuevo índice y confió en que "sea una vía para que se resuelvan los principales problemas que se tenían con el índice viejo".
"Sí creemos a través de los estudios que hemos hecho, con la experiencia de muchos países, que la implementación de restricciones al comercio y tipos de cambio duales, etcétera, generan ineficiencias en la economía y por tanto afectan el proceso de crecimiento y creación de empleos", advirtió.
"Y de acuerdo a los parámetros estimados de muchos años, con muchos países, obviamente creemos que esto va a tener un efecto negativo en el desempeño económico", sostuvo en relación a Argentina, donde se desarrolló un mercado del dólar paralelo y cuyo gobierno aplica restricciones al comercio.
Werner consideró que una eventual crisis en ese país tendría un efecto menor que en el pasado sobre su vecino Uruguay, mientras que tampoco afectaría fuertemente a Brasil.
"No vemos una contaminación regional tan importante como podría haberse dado en el pasado", enfatizó.
AFP.