Las restricciones adoptadas por la Alcaldía de Bogotá para el transporte terrestre automotor de carga son una medida arbitraria y totalmente desconcertante, según lo consideró la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), en cabeza de su presidente, Jaime Sorzano Serrano.
“Se desconocieron los argumentos verbales y escritos que esgrimieron los empresarios y con lo que demostraban que se generaría un enorme detrimento”, sostuvo.
En su opinión, el decreto 520 del 13 de noviembre de 2013 deja muy mal referenciadas a las autoridades distritales que aseguran que dicha medida fue concertada.
“Dicha concertación en realidad no existió, ya que en ningún momento fueron tenidos en cuenta los perversos efectos de esta disposición en los procesos de distribución física nacional e internacional y la actividad logística asociada al Distrito Capital y sus efectos a nivel nacional”, declaró Sorzano Serrano.
El dirigente gremial consideró que restringir cinco horas hábiles diarias la circulación de vehículos tipo tracto-camión en las áreas urbanas al exterior del perímetro conformado por las calles 170, la avenida Boyacá y la avenida Primero de Mayo y a lo largo de dichas vías, equivale a cercenar el 43% del tiempo útil de la jornada laboral.
Dijo que “ninguna autoridad explicó ni respondió inquietudes relativas de los sitios donde habrán de parquearse los vehículos durante el tiempo de restricción, tanto en la ciudad como en sus ingresos por el norte, sur y oriente ya que el único corredor habilitado para el ingreso será la calle trece.